El diario plural del Zulia

Las FANB: ¿Cancerberos de la revolución?

Según la mitología, los cancerberos eran enormes perros de tres cabezas, cola de serpiente, dientes negros y poderosas mandíbulas, que destrozaban los huesos de los que pretendían redimir las riquezas mal habidas de los ricos, sacadas a los pobres y guardadas en los sótanos del in erno, y cuya misión era cuidar la puerta del infierno, el reino de Hades.

Siempre se ha dicho que los partidos políticos totalitarios han necesitado de los llamados “cancerberos”, milicias que cuidan la integridad del partido, la “seguridad nacional” u otros procesos que les sirve de escudo para mantenerse en el poder. En Italia, Mussolini creó los “camisas negras”; Adolfo Hitler tuvo a los Hitlerjugend, en Alemania; y hasta la Falange Socialista Boliviana organizó a los “camisas blancas”.

En estos tiempos de convulsión del país, con protestas que ya van por más de tres semanas continuas por parte de la oposición al Gobierno de Nicolás Maduro, recordamos al fallecido presidente Hugo Chávez cuando, en marzo de 2003, en el Fuerte Paramaconi, en Maturín, señaló: “Los militares no pueden ser cancerberos, esa gura de perro guardián que cuida las puertas del infierno (…) Las FANB nacieron para darle libertad a nuestro pueblo, no para tiranizarlo, ni para dispararle con la boca de nuestros fusiles. Así no se solucionan los problemas del país. Yo pre ero irme de la presidencia, antes que masacrar al pueblo”. La realidad fue otra, en su Gobierno y en el de su sucesor.

Chávez en ese momento escudó su Gobierno con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), estrategia que mantuvo y reforzó el presidente Maduro con un tren ministerial que alberga 10 miembros del ala militar, sumando la carga de ‘superpoderes’ que le ha facilitado al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, quien ahora controla un importante grupo de milicianos que debe armar con 500 mil fusiles.

Ante este panorama los expertos en la materia aseguran que el Gobierno ha apostado frente a la erosión de la popularidad del chavismo, que sean los llamados colectivos y la FANB, el nuevo bastión revolucionario. Un Gobierno que intenta crear una plataforma militarizada, que logre el control social con la militarización de la sociedad. 

Las últimas protestas producidas en el país han dejado al desnudo la realidad del alto mando militar. Pensar distinto se ha convertido en sinónimo de represión, detención y violación de los Derechos Humanos (DD. HH.)

“Han sido siempre cancerberos del régimen, en lugar de proteger la soberanía y seguridad del país, que es su obligación constitucional, han masacrado al pueblo, han disparado sin contemplaciones, han golpeado y han torturado, esta es la cosecha de la siembra del extinto (Chávez), todo lo que hemos vivido y los últimos días lo corrobora”, asegura la exmagistrada del Tibunal Supremo de Justicia (TSJ), Blanca Rosa Mármol de León.

A juicio de la experta constitucional los militares se han convertido en enemigos de la sociedad civil, pues actúan en contra de la población, sin embargo, destacó que dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) debe haber una situación difícil, ya que a pesar de que hay afectos al Ejecutivo, el resto mantiene la misma clase de vida que el resto de los venezolanos.

“La FANB esta desinstitucionalizada, hay mucha corrupción en una parte y frustración en otra, por la falta de meritocracia (…) Hemos visto cómo militares se han unido a las manifestaciones que decidieron no reprimir, todo eso hace corroborar la crisis política en Venezuela”, agregó.

Error de Chávez

La politóloga y profesora de la Universidad del Zulia (LUZ), Ruth Guerrero, condenó las acciones tomadas por los uniformados durante las últimas manifestaciones en el país y detalló que dentro del ala militar están atravesando una crisis y tarde o temprano deberán decidir si defender al venezolano o proteger la ideología del Presidente.

Sin embargo, opinó que “todavía no se puede hablar de una FANB parcializada con un tinte político, el silencio de muchos está desbordando su institucionalidad”. La catedrática rechazó que más del 62 % de toda la estructura política pública venezolana sea representada por militares. “Hay que recordarles su papel protagónico que es de defensa del territorio venezolano”, dijo al tiempo que mantenía aún su confianza por la milicia y detallaba que hay muchos uniformados que guardan silencio.

El mayor general retirado Cliver Alcalá Cordones coincidió en que no se puede generalizar a toda la FANB por la represión, y expresó que los militares son del pueblo y padecen la misma situación que su familia pese a estar en cuarteles. “Tienen una familia que no los exime de las consecuencias que han generado el mal manejo del país, la represión de algunos elementos no puede generalizar la totalidad de la Fuerza Armada, que sí se dan, pero son responsabilidades individuales de comando directo, en esos casos hay que evaluar los sucesos de alta represión donde se dan, qué unidades lo ejecutan y quiénes son los comandantes”, justificó.

Alcalá considera que el Gobierno de Maduro utiliza su último cartucho al presentar la FANB en cadena nacional con los jefes de las regiones y un ministro de Defensa hablando frente al país de la seguridad.

Insurreción militar

A finales de marzo los militares venezolanos José Méndez, Ángel Mogollón y Alfredo Rodríguez huyeron a tierras colombianas, y pidieron asilo político, tras ser acusados de desertores por el Gobierno de Nicolás Maduro.

El teniente Méndez aseguró que en Venezuela es “posible” una insurrección militar y aseguró que 60 militares están detenidos en la Dirección General de Contrainteligencia Militar, y por ello viajaron a denunciar ante la OEA lo que acontece en el país.

Unas fuerzas Armadas al servicio del oficialismo, permisividad para grupos insurgentes en la frontera y el grave deterioro de la institución, son algunas de las irregularidades enumeradas por el teniente Méndez. “El Gobierno chavista quiere aparentar que esto no sucede”.

 

 

 

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