La UT queda corta por el impacto inflacionario

La elevada inflación impactó significativamente en el cálculo de la Unidad Tributaria (UT) correspondiente al año 2017, que pasó de 177 a 300 bolívares, acompañado del aumento en el bono
alimentario de los trabajadores, anunciado el domingo por el presidente Nicolás Maduro y que se ubicó en 108 mil bolívares.
“La irresponsable manipulación de la UT ha afectado su funcionamiento práctico, pues, desde el año 2010 dejó de hacerse el ajuste considerando la inflación del año anterior y ahí estás trastocando conceptualmente la razón de ser de este mecanismo”, explicó Carlos Dickson, presidente de Fedecámara Zulia.
Dickson ejemplificó esta suerte de “devaluación” de la UT recordando que “hasta 2012 se pagaba, para cestatique, entre el 0,25 % y el 0,75 % del valor de la UT lo que representaba mucho dinero y hoy tenemos 12 % de UT para el pago del cestatique que no representa prácticamente nada”.
Enfatizó que tal manejo del valor de la UT hizo que la inflación se trague el impacto positivo que tenía en el pago del cestatique.
“Es tan grave –precisó– que hoy una bodeguita, atendida por un viejito, entra en el mismo lote de las empresas que superaban las 10 mil UT de facturación al año, consideradas grandes empresas, a las cuales se les otorgó la designación de ‘contribuyentes especiales’ porque simplemente 10 mil UT hoy son 3 millones de bolívares que factura cualquiera de estas bodeguitas a razón de 200 o 250 mil bolívares mensuales, es decir, hasta la bodega más pequeña está propensa, con todo el impacto de costo que tiene, de ser declarada ‘contribuyentes especiales’, una total aberración”.
Impacto negativo
El economista y presidente de la firma encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, consideró que “la UT debería ajustarse permanentemente sobre la inflación del año anterior, eso no está ocurriendo. Este incremento representa menos del 20 % de la inflación del año pasado, lo cual significa que los ingresos del Estado serán muy inferiores al crecimiento de los precios impactando el déficit fiscal, por eso el más afectado en no reconocer la inflación en la UT es el Estado que deja de percibir ingresos”.
En cuanto al sector privado, León atenuó la afectación. “En términos de los costos para el sector privado se había predicho. El sector privado se preparó para un incremento mayor, pero, ciertamente tiene un impacto importante en los parasalariales. El Gobierno está generando incrementos en el salario con mucha frecuencia para tratar de compensar las pérdidas del salario real por impacto de la inflación. Si el incremento de la UT va a parasalariales genera una distorsión mayor, porque no tiene sentido que
un sistema parasalarial duplique el salario, es conceptualmente absurdo”.
León afirma que con una inflación de alrededor del 500 % en 2016, aumentar un 20 % en la UT “no es nada del otro mundo, en tanto aumento, pierde es el Estado”.
¿Como Chacumbele?
El presidente nacional de Fedecámara, Francisco Martínez, coincide con León en cuanto a que será el Estado el más afectado con el bajo incremento de la UT.
“El aumento de la UT representa un 70 % respecto al año anterior, pero es mínimo con respecto al ajuste
inflacionario, lo cual le ocasionará un problema al Estado a nivel de ingresos, porque abre brechas más anchas respecto a la inflación y no se indexa la inflación”.
El presidente de Fedecámaras consideró que el alza de la UT es “manejable por las empresas y las personas naturales”, pero consideró que su incidencia por el alza del cestatique socialista tendrá incidencia en el flujo de caja del sector privado.
“Es un aumento manejable, pero al no estar acorde con la inflación significará que no permitirá la recaudación que se pudiera esperar”, afirmó Martínez.