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EFE: Oposición venezolana retomó la abstención y el oficialismo consolida su poder

La abstención revivió una estrategia usada en 2005. Aunque en un contexto político distinto, marcado por la "denuncia de fraude" en las presidenciales de 2024. A pesar del llamado a no votar, un sector disidente de la oposición decidió participar

Por segunda vez en dos décadas, la oposición en Venezuela optó por marginarse de un proceso electoral, al abstenerse de participar en los comicios regionales y parlamentarios celebrados el pasado 25 de mayo.

Esta decisión recuerda lo ocurrido en 2005, cuando las fuerzas opositoras se retiraron de las elecciones, aunque en un contexto muy distinto al actual.

De acuerdo con la agencia de noticias EFE, el oficialismo, liderado por el presidente Nicolás Maduro, aprovechó la ausencia de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) coalición opositora que encabezan María Corina Machado y Edmundo González Urrutia para consolidar su dominio político.

Cuando el adversario se retira del campo, uno avanza y toma el terreno", expresó Maduro, quien celebró la jornada como una victoria frente a sus críticos. Recordó que en 2005, gracias a una decisión similar de la oposición, el chavismo controló plenamente la Asamblea Nacional, calificándola como "la más fructífera" de todas, expresó Maduro.

En aquella ocasión, el chavismo obtuvo la totalidad de los 167 escaños del Parlamento, tras el retiro completo de los principales partidos opositores, que alegaban desconfianza en el sistema electoral.

Hoy, el argumento se enfoca en la "denuncia de fraude" en las elecciones presidenciales de julio de 2024, cuyos resultados desagregados aún no han sido publicados por el Consejo Nacional Electoral (CNE). La PUD sostiene que el "verdadero vencedor" fue González Urrutia.

Para Machado, la abstención del 25 de mayo representa un nuevo hito en la lucha opositora, sumándose a lo que ella denomina "cuatro victorias", las primarias de 2023, la proclamación simbólica de González como presidente, la reciente ‘Operación Guacamaya’ (que permitió la salida del país de cinco opositores refugiados en la Embajada de Argentina), y ahora este “acto de dignidad”.

A pesar del llamado a no votar, un sector disidente de la oposición decidió participarLa abstención revive una estrategia usada en 2005, aunque en un contexto político distinto, marcado por la denuncia de fraude en las presidenciales de 2024 y la creciente hegemonía del chavismo, que se quedó con la mayoría parlamentaria y casi todas las gobernaciones, logrando 11 curules frente a los 253 obtenidos por el chavismo en un Parlamento de 285 escaños.

El politólogo Piero Trepiccione, subdirector del Centro Gumilla, indicó que los contextos de 2005 y 2025 son muy distintos.

En aquel entonces, el chavismo gozaba de una mayoría aplastante de respaldo popular, con un ambiente político más polarizado y bajo la influencia directa del "hiperliderazgo" de Hugo Chávez. La oposición, según Trepiccione, aún intentaba adaptarse al nuevo esquema de poder nacido con la revolución bolivariana.

También considera que aquella abstención fue un "error estratégico", al dejar sin voz a los sectores críticos dentro del Parlamento. Desde entonces, la oposición ha repetido esa táctica en momentos clave, como en las presidenciales de 2018 y las legislativas de 2020, facilitando así el retorno del chavismo al control absoluto de las instituciones.

De cara al período 2026-2031, el oficialismo no solo se asegura una cómoda mayoría parlamentaria, sino también el control de 23 de las 24 gobernaciones del país.

Trepiccione considera que el "antichavismo mayoritario cuenta, en materia de liderazgo, con un "gran referente" en la figura de Machado, pero ha caído nuevamente en un proceso de fragmentación y de dispersión bastante grave".

Por eso, cree necesario un proceso de reorganización, reestructuración y de reencuentro "en función de recuperar posicionamiento en el territorio y aprovechar esas grandes expectativas que hay en el país".

Si la oposición logra articular fuerzas, realinearse con ese deseo de cambio, darle direccionalidad política a ese deseo de cambio; sin duda alguna, rápidamente se puede volver a convertir en un contrapeso importante en el proceso político que se vive en el país", añadió el politólogo.

Trepiccione aclaró que la discusión debe ir más allá de unos comicios. "Aquí el tema es cómo unificar una estrategia, cómo construir una estrategia conjunta y cómo no caer en la provocación de la fragmentación", reflexionó.

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