La Carta sigue bajo la manga
Luego que la propuesta de convocar una reunión para discutir la posible activación de la Carta Democrática Interamericana (CDI) por parte del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, acentuara la mirada del mundo en Venezuela, un careo de 10 horas en el seno del Consejo Permanente de la OEA el pasado miércoles, le otorgó un viraje a la discusión sobre el conflicto democrático en el país, tras aprobar una “resolución de diálogo efectivo”.
A juicio de politólogos y constitucionalistas consultados por Versión Final, la nueva propuesta de diálogo es aplaudible, aunque algunos consideran que desmeritó la posible aplicación de la CDI. Otros aseguran que el Gobierno le permitió a la OEA, monitorear que en realidad se cumpla el diálogo.
Para la exmagistrada Cecilia Sosa, de no cumplirse el diálogo, el país estaría dando luz verde a la aplicación de la CDI, aunque a juicio de la jurista, los países que han apoyado esta iniciativa apuestan al referendo revocatorio, “ahora la pelota está en manos del Gobierno (...) esto lo tenemos que resolver nosotros, y a mi manera de ver, es el revocatorio, y el diálogo tiene que terminar generando el consenso”.
Sosa enfatizó que el mensaje que le están dando al Gobierno es: “o hay diálogo o hay Carta”, dijo que es una “exigencia” para Venezuela por parte de los 25 países que afirmaron la resolución, “están apoyando todos los procedimientos constitucionales que existen para solucionar la situación que mantiene en peligro, la paz y la seguridad de Venezuela”.
La exmagistrada manifestó que Venezuela ha aceptado la OEA desde el momento en que aplaudió la resolución. “El Gobierno aceptó la propuesta, que participen todos estos países y en consecuencia Maduro tiene que bajarle al tono de insulto”.
El reflejo de la Carta
El abogado constitucionalista Juan Berrios rescató que en el documento que elevó este miércoles la Comisión presidida por Argentina, no se hizo ninguna mención a la CDI, en vista que a su juicio, los países lo que hicieron fue aprovechar la mediación que ya están haciendo los expresidentes Zapatero, Fernández y Torrijo, para eludir la posibilidad de la Carta.
Berrios acotó que de igual manera la CDI en cuanto a su ejecución lo que prevé es negociaciones, resolución diplomática del conflicto, con intervención de algunos países de la OEA, pero quizás “por intereses políticos, no han querido apoyar esta medida”.
El también profesor universitario acotó que participar en la activación de la Carta genera un antecedente y “nadie quiere estar en el futuro en esta misma situación”, por lo que consideró que dejar de la lado la propuesta de Almagro es sólo por “prudencia”. “Cada uno se ve en ese espejo y quieren evadir alguna opinión referente a alguna forma de la aplicación dictada en el organismo”.
Intereses de Argentina
José Mendoza, presidente de del Observatorio Político Venezolano, cree que la posición adoptada por Argentina es la más saludable, aunque consideró “extraño” que se haya desmarcado por completo de la solicitud de Almagro.
“La posición de Argentina busca equipararse al resto de los países de la región que encuentran que la situación venezolana requiere de mecanismos de diálogo entre los sectores políticos en pugna, y que observan la posibilidad de aplicación de la CDI como introducir más leña al fuego”.
Mendoza explicó que Argentina actuó “inteligentemente” para evitar posibles conflictos, “ellos miran su propio escenario interno, tengamos en cuenta que el Gobierno de Macri tiene un parlamento que es mayoritariamente opositor, igual que en Venezuela, y de alguna u otra manera es no hacer al otro lo que me pueden hacer a mí”.
También recordó que Argentina está proponiendo que su representación pueda ocupar un cargo importante en la ONU y por eso requiere la búsqueda de consenso políticos en la región.