John Magdaleno: “Está en marcha una estrategia de desmovilización y despolitización"

Cercanos al aniversario de las elecciones presidenciales de 2024 y cada vez más de frente a las comicios de alcaldes y conejales municipales, el politólogo John Magdaleno, en una reciente entrevista con Efecto Cocuyo, manifestó que la oposición “no está en su mejor momento”.
El también presidente de la Asociación Venezolana de Consultores Políticos explica siete razones:
“Primero, la oposición política está teniendo crecientes dificultades para comunicarse y trascender las diferencias. Me refiero a los factores genuinamente comprometidos con la redemocratización del país. Segundo, el gobierno venezolano ha creado múltiples incentivos para que sectores opositores rivalicen entre sí, en parte debido a las restricciones que afectan a no pocos factores y las limitadas concesiones que reciben otros, una dinámica que a la fecha no ha tenido una respuesta estratégica inteligente”, expresó Magdaleno.
Señaló que, en algunos ejemplos reales de transiciones a la democracia, diversos factores opositores han implementado lo que podría llamarse como una “división política del trabajo” y no parece ser el actual caso venezolano.
“Tercero, parece haber un clima dominante de acusaciones, que en honor a la verdad inició un sector opositor en particular, al menos en este nuevo ciclo post 28 de julio. Mucho me temo que acusaciones formuladas en clave de teología política pueden crear profundas divisiones y heridas difíciles de superar. Porque una cosa es tener diferencias estratégicas y tácticas significativas -lícitas por demás- y otra muy distinta pretender la inhibición de opciones distintas a las que privilegia una de las subcoaliciones políticas opositoras”, advirtió.
Frente a la organización de comicios regionales y parlamentarios del 25 de mayo y las municipales fijadas para el 27 de julio, María Corina Machado y la Plataforma Unitaria Democrática integrada por partidos como Primero Justicia, Voluntad Popular y Acción Democrática (AD) no avalan ningún proceso electoral hasta que entre vigor la voluntad popular del 28 de julio. Otro
Acusaciones de “extremismo político” e “inacción” por un lado y de “traición” y “cohabitación con el gobierno”, del otro, han llovido en lo que va de año.
“Cuarto, la dirección política opositora no parece haber definido una estrategia doméstica de lucha y resistencia, que involucra redoblar esfuerzos en materia de organización, articulación y coordinación. De hecho, está en marcha, consciente o inconscientemente, una estrategia de desmovilización y despolitización de amplios sectores del país con consecuencias de mediano y largo plazo que se lamentarán; entre otras cosas, porque ello conduce a un suicidio político colectivo”, alertó.
Magdaleno recuerda que Miraflores se propone un nuevo intento de reforma constitucional y es preciso saber enfrentarlo. Recientemente, el presidente Nicolás Maduro dijo que para 2026 podría ser convocado un referendo para someter a votación los cambios a la Carta Magna, que hasta ahora permanecen en secreto.
Como quinto elemento, el politólogo advirtió que la desmoralización y la desmovilización erosionan el espíritu de lucha de las bases sociales y políticas que pudieran conformar un movimiento democratizador. Suma como adversidad el deterioro de las condiciones de vida por la crisis económica que, subrayó, “debilita el tejido sociopolítico que le hace frente a un régimen autoritario”.
“Sexto, al menos un sector opositor parece depender excesivamente de lo que decidan ciertos actores internacionales y esto va contra toda la evidencia empírico-analítica disponible, cuando se examina la mayoría de los episodios exitosos de democratización en perspectiva comparada. Quienes sostienen que el examen de 120 casos de transiciones a la democracia, registrados entre la Segunda Guerra Mundial y el año 2019, no ofrece aprendizajes para la realidad venezolana, en verdad están comunicando latentemente que se niegan a profundizar sobre la materia”, reprochó.
Por último, aseguró que “ya se registra un deterioro significativo de la imagen de los principales líderes opositores, lo que tiene directa relación con la frustración de la expectativa de cambio político, pese a que esta demanda se consolidó el 28-J. El liderazgo opositor ha cometido serios errores estratégicos desde el día 29 de julio, que al menos hasta hoy ha reducido sistemáticamente la probabilidad de abrir la compuerta de una posible transición a la democracia en Venezuela”.
Señala que algunos sectores opositores ignoran la evidencia arrojada por años de investigaciones sobre procesos democratizadores, según la cual las transiciones son el fruto de un encadenamiento de variables, pero se persiste en una sola.
Afirmó que los comicios presidenciales representaron “una oportunidad de oro que se desperdició”, porque no se encadenaron variables y procesos que, a su juicio, eran fundamentales y que se debatieron en privado por mucho tiempo.
“He reiterado que la concurrencia de presiones sistémicas y una oferta creíble de garantías e incentivos para ciertos factores de poder podría aproximarnos al inicio de una transición. La oposición sólo puede disponer, en este momento, de la participación electoral masiva y la organización de ciclos de movilización colectiva no-violenta y también masivos para presionar, ciertamente con las precauciones del caso. Pero el liderazgo opositor ha decidido prescindir, simultáneamente, de ambos instrumentos”, volvió a advertir el politólogo.