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Familia de zulianos deportados y presos en El Salvador claman justicia: "Una pesadilla americana"

Mervin Yamarte, Edwuard Hernández, Andy Perozo y Ringo Rincón fueron deportados al Centro de Confinamiento del Terrorismo, en El Salvador, acusados de pertenecer al Tren de Aragua, y sus familias se enteraron a través de las noticias internacionales. Parientes, amigos y allegados protestaron en la comunidad natal de los detenidos, en el barrio Los Pescadores, para exigir su liberación y que se haga justicia. "Sin preguntarles nada se los llevaron, solo por los tatuajes", afirmó Roslianny Camaño, esposa de Rincón

La desolación, el desespero y la indignación arropa a cuatro familias del barrio Los Pescadores, en la parroquia Coquivacoa, al norte de Maracaibo. Cuatro de sus muchachos hoy yacen presos en una de las cárceles de máxima seguridad más avanzadas de América Latina, deportados de Estados Unidos y acusados de pertenecer a la peligrosa banda trasnacional, Tren de Aragua.

Mervin Yamarte, Edwuard Hernández, Andy Perozo y Ringo Rincón son los cuatro marabinos que se encuentran encarcelados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador, como parte del acuerdo entre los gobiernos de Nayib Bukele y Donald Trump.

Este lunes 17 de marzo, la comunidad de Los Pescadores protestó para exigir la liberación de los cuatro hombres, quienes aseguran son víctimas de “una injusticia”. Primos, hermanos, vecinos, amigos cercanos y, por supuesto, sus madres y esposas, expresan su profundo dolor ante la situación que atraviesan.

Todos residían en un apartamento en Dallas, Texas, y trabajaban en una fábrica de masa para tortillas. La mañana del jueves 13 de marzo fue la última vez que contactaron con el grupo antes de su arresto, cuando el hogar fue allanado por efectivos policiales, y el viernes se confirmó que serían deportados tras ser acusados de ser miembros del Tren de Aragua, aunque el destino prometido era retornar a casa, en Venezuela.

La noticia llegó a las familias como una sorpresa espeluznante, al notar a Mervin Yamarte en una de las fotografías de los deportados llegando al Cecot, compartidas por los medios de comunicación.

"No sabían que iban para El Salvador, todo fue un engaño. Estaban en su casa, mi marido llegó y se encontró la sorpresa de que estaban allanados, y sin preguntarles nada se los llevaron, solo por los tatuajes", afirmó Roslianny Camaño, esposa de Ringo Enrique Rincón.

Rincón, de 33 años, es padre de tres hijos de 17, 16 y un año. Es extrabajador de la empresa Directv cuando estaba en Venezuela, y emigró en agosto de 2023. Su hermano, Nerio Rincón, afirmó que la acusación de pertenecer al Tren de Aragua "es la cosa más falsa que hay".

"Muy mal, estamos devastados con esto, se fueron a Norteamérica a buscar un buen futuro y mira en lo que se han metido, es algo muy injusto", expresó.

Además, según la expareja de Ringo, a los detenidos se les hizo firmar un documento en donde se mostraban de acuerdo con ser deportados a Venezuela, sin saber que su destino real sería el Cecot, en San Vicente, El Salvador.

Por su parte, Mervin Yamarte, padre de una niña de seis años, emigró en noviembre de 2023, atravesando la peligrosa selva del Darién en su destino a Norteamérica, un trayecto que demoró dos meses en completar.

Mercedes Yamarte, su madre, contuvo sus lágrimas para relatar el último contacto que tuvo con él antes de su deportación. "El viernes fue la última videollamada y nos dijo que estaba bien, que lo iban a deportar. Estamos desesperados. Nosotros creíamos que lo iban a enviar para acá", reveló.

Además, se mostró preocupada por su nieta, quien incluso estaba preparando una sorpresa ante la inminente vuelta de su padre a casa. "No le podemos decir, sería muy frustrante", contó con pesar.

Andy Javier Perozo es descrito por sus allegados como un "buen padre, buen hijo, buen amigo, buen vecino", que ahora se encuentra preso sin saber cuándo se reunirá con su familia.

"Ellos fueron en busca de un sueño americano, de algún sueño de poder ayudar a sus familiares, de poder darle mejor vida a sus hijos, y lo que encontraron fue una pesadilla americana", comentó su prima, Kristi Quintero.

Su hermana, Anyelis Paz, apenas pudo hilvanar algunas palabras antes de romper en llanto, desconsolada por su hermano Andy. "Fatal, sin palabras en decirle como nos sentimos, como estamos".

El más joven del grupo de cuatro es Edwuard José Hernández Herrera, de 23 años, quien dejó en Venezuela a una hija de cuatro cuando decidió irse a Estados Unidos en noviembre de 2024.

El joven estudió en el colegio Alejandro Fuenmayor, y formó parte durante un tiempo de la academia de policías. En Maracaibo trabajaba en una tasca, pero decidió partir para ayudar a su pequeña niña.

"Él se fue de aquí trabajando, pero dijo que necesitaba más porque él se desvive por ella", dijo su hermano, Edwin Hernández.

Su madre, Yarelys Herrera, recibió la noticia por parte de la hermana de Edwuard, quien reside en otro estado de EE. UU. "A todo el gobierno, a toda la gente que está unida le pido una ayuda, nos estamos muriendo de dolor y de tristeza", expresó su abuela, Ana Luz Ríos.

La tristeza predomina en la comunidad del barrio Los Pescadores. Juana Alvarado, vecina con más de 30 años en el sector, recordó con cariño cómo conoce a los cuatro hombres desde que eran unos niños.

"Lloré porque son muchachos buenos, uno los conoce, son vecinos. Todos ellos juegan con mis hijos, con mis nietos (...) Que suelten a esos muchachos no tienen porqué tenerlos encerrados como unos delincuentes", afirmó.

El destino de Yamarte, Hernández, Perozo y Rincón hoy es incierto. Con la esperanza de una rectificación por parte de la justicia estadounidense y salvadoreña, sus familiares y allegados claman por volver a abrazarlos una vez más en casa.

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