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Extradiciones de Saab, Carvajal y Díaz Guillén dejarían al descubierto los secretos del chavismo

Las autoridades estadounidenses han estado apuntando a Alex Saab durante años, creyendo que tiene numerosos secretos sobre cómo Nicolás Maduro, su familia y sus principales asesores desviaron millones de dólares en contratos gubernamentales para alimentos y vivienda

Esposado y montado en un avión del Departamento de Justicia de EE. UU. Así se le vio a Álex Saab hace una semana, en un viaje que materializó el peor escenario para el chavismo: el hombre que más sabe de los negocios de Nicolás Maduro está bajo custodia de Washington y podría elegir contar todos los secretos a cambio de no pasar 20 años en una cárcel.

La pesadilla, señala el portal argentino Infobae, estaría por triplicarse: porque Hugo “El Pollo” Carvajal, ex jefe de inteligencia venezolano, y Claudia Díaz, la enfermera de Hugo Chávez, también están a punto de ser extraditados. Tres personas que saben demasiado. Una vez en territorio estadounidense, sólo cooperar atenuará sus respectivos tormentos.

La respuesta de Maduro a la extradición de Saab es una muestra de la desesperación: canceló los diálogos de paz con la oposición, encarceló a los seis exgerentes de Citgo –todos norteamericanos- y movilizó la maquinaria chavista a las calles con el objetivo de transformarlo en un mártir, como si el rostro de Alex Saab dibujado en cientos de remeras en una marcha del PSUV lo eximiera de los millones de dólares lavados y las toneladas de comida que no llegaron a los más necesitados en Venezuela.

Lo cierto es que las autoridades estadounidenses han estado apuntando a Alex Saab durante años, creyendo que tiene numerosos secretos sobre cómo Maduro, su familia y sus principales asesores desviaron millones de dólares en contratos gubernamentales para alimentos y vivienda.

La evasión de Carvajal

Se une al asunto el excabeza de los servicios de inteligencia venezolanos bajo la presidencia del fallecido Hugo Chávez (1999-2013). Carvajal quedó detenido en septiembre en Madrid luego de pasar casi dos años prófugo para evitar su extradición, aprobada inicialmente por la Audiencia Nacional en noviembre de 2019.

Para evadir a las autoridades, el general retirado de 61 años se sometió a operaciones de cirugía estética, usaba bigotes y pelucas postizas y cambiaba de domicilio cada tres meses, según la policía española.

Luego de ser figura de peso en el chavismo, Carvajal terminó repudiado por el gobierno de Nicolás Maduro tras haber apoyado en público al opositor Juan Guaidó, cuando éste se autoproclamó presidente de Venezuela en febrero de 2019.

Entonces, salió en barco a la República Dominicana y luego voló a España, donde le detuvieron en abril de 2019 a petición de Estados Unidos, que lo acusa de haber pertenecido con otros altos cargos del chavismo al llamado Cártel de los Soles, que habría traficado drogas con la antigua guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Se espera que una vez en tierra norteamericana, “El Pollo” colabore con la justicia de ese país y pueda describir todo lo sucedido en Venezuela durante los años de gobierno de Chávez y su Socialismo del Siglo XXI.

Un tribunal de Nueva York acusó a Carvajal en 2011 de haber coordinado el envío de 5,6 toneladas de cocaína de Venezuela a México en 2006, que luego llegaron a Estados Unidos. Podría ser condenado a hasta cadena perpetua.

Una enfermera clave

Por otro lado, está Claudia Patricia Díaz Guillén, enfermera del fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez y tesorera de la República, se defiende de las acusaciones de blanqueo y enriquecimiento injusto contra ella y su marido, Adrián Velásquez, jefe de seguridad de Chávez.

La justicia española autorizó el 15 de octubre pasado la extradición de Díaz Guillén, a Estados Unidos, donde le reclaman por blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.

Díaz Guillén llegó a España en 2015 y está acusada de haber favorecido como tesorera nacional al empresario Raúl Gorrín, dueño del canal privado venezolano Globovisión, “en una trama de cambio de moneda extranjera que le reportó a éste ganancias de cientos de millones de dólares”, indicó un comunicado.

Gorrín habría pagado millones de dólares en sobornos a Díaz Guillén y a su antecesor en el cargo, Alejandro Andrade. También se benefició el marido de Díaz Guillén, Velásquez Figueroa, quien está pendiente de otra decisión de la Audiencia Nacional sobre su extradición a Estados Unidos.

Raúl Gorrín fue imputado en Estados Unidos por pago de sobornos y lavado de dinero en 2018, mismo año en que Andrade fue sentenciado en Florida a diez años de cárcel.

Díaz Guillén, quien fuera enfermera personal de Hugo Chávez (1999-2013), y su esposo Velásquez Figueroa, ex miembro de la Guardia Presidencial del fallecido mandatario, fueron detenidos una primera vez en España en 2018 a petición de Caracas, luego de que aparecieran en los Papeles de Panamá.

Al estallar ese escándalo, en 2016, la policía registró varios apartamentos pertenecientes a la pareja, donde encontraron desde motos de agua a sobres con diamantes, según medios venezolanos.

En 2019, la Audiencia Nacional descartó extraditarlos a Venezuela sosteniendo que sus derechos podrían peligrar en el país. En diciembre de 2020, la pareja volvió a ser detenida a petición de la justicia estadounidense.

La Audiencia Nacional estima ahora que Díaz Guillén puede ser extraditada, al rechazar sus alegatos de que estaba siendo investigada por los mismos hechos en España y que poseía la nacionalidad española desde abril pasado.

En España, a Díaz Guillén se le investiga por la compra de una vivienda de lujo en el centro de la capital española por 1,8 millones de euros con dinero procedente de Suiza, recordó el tribunal.

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