En Venezuela “el terror es utilizado como política”, denunció el instituto Casla
“Las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas y la tortura no son hechos aislados, sino prácticas sistemáticas que configuran una estrategia clara de control social”, afirma en un informe del instituto. Aseguran que hay “532 detenidos cuyas identidades se desconocen”
El Instituto Casla, organización que ha denunciado presuntos crímenes de lesa humanidad en Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI), aseguró que en en país suramericano se usa “el terror” para “anular la disidencia”.
El centro de estudios sobre América Latina con sede en Praga, alertó sobre “crímenes de lesa humanidad cometidos por el gobierno de Nicolás Maduro” con “violaciones sistemáticas y generalizadas contra la población civil”, especialmente contra opositores.
“Las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas y la tortura no son hechos aislados, sino prácticas sistemáticas que configuran una estrategia clara de control social”, afirma en un informe que abarca de marzo de 2024 a abril de 2025.
Casla denuncia “un Estado donde el terror es utilizado como política pública para anular la disidencia, silenciar opositores y mantener el poder a través del sometimiento”.
“Hemos obtenido información confidencial sobre la existencia de más de 532 detenidos cuyas identidades se desconocen”, afirmó la directora de Casla, Tamara Sujú, en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
El informe acusa al gobierno de Maduro, investigado por la Corte Penal Internacional (CP|) por presuntos delitos de lesa humanidad, de inducir a los detenidos al suicidio.
“Son múltiples los testimonios que nos llegan sobre personas detenidas en el contexto de las manifestaciones que trataron de quitarse la vida en Tocorón y Tocuyito”, agregó.
En estos centros “muchos fueron víctimas de torturas físicas y psicológicas”. “Las víctimas recibían escasa alimentación, muchas veces en mal estado, con gusanos, mal oliente, y apenas dos o tres vasos de agua”, denuncia el instituto.
"Muchos de los carceleros son jóvenes de entre 18 y 25 años y algunos fueron detenidos por negarse a torturar", afirma Casla. “Los ponen para aprender a torturar, (...) es un horror”, declaró Sujú a la AFP.
En este informe se presenta “evidencia sobre los tormentos a los que son sometidos los venezolanos día a día para sostener en vida la dictadura de Nicolás Maduro”, declaró durante la presentación Luis Almagro, secretario general saliente de la OEA.