El diario plural del Zulia

¿En qué quedó el movimiento estudiantil opositor del Zulia?

Los especialistas consultados no descartan que la sensación de pasividad se deba a malas estrategias comunicacionales. La dinámica de la Universidad del Zulia influye en la actividad estudiantil. El miedo a la represión no es un factor, según los jóvenes

El movimiento estudiantil del Zulia parece no tener la fuerza de otrora. Aquella con la que, durante las llamadas guarimbas de 2014 y 2017, salió a la calle para tratar de cambiar el destino del país. Y con una voz protestante pretendía buscar un cambio político y social en Venezuela.

“Están dormidos, apagados", es lo que percibe el ciudadano común en la calle. Versión Final entrevistó a especialista en la materia y a una voz del sector estudiantil para hablar sobre este tema.

María Gabriela Retamosa, estudiante y presidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Veterinarias en la Universidad del Zulia (LUZ), presidenta del Instituto Municipal de Protección Animal en Maracaibo y secretaria juvenil adjunta de Primero Justicia, la razón de la poca notoriedad del movimiento estudiantil se debe a la dinámica que viven las universidades.

"No hemos perdido fuerza, pero la dinámica del movimiento estudiantil pasa por la de la Universidad del Zulia, y también lo ocurrido por la pandemia ha contribuido a esa percepción”, aseguró la joven de 27 años. Fue tajante en su consideración: “no hemos perdido fuerza”.

Sin embargo, su respuesta parece estar alejada a la respuesta de los analistas políticos.

La politóloga Ruth Guerrero explicó que el cuerpo estudiantil “no está en su mejor momento”, lo que se ve reflejado actualmente en las acciones de calles e incluso en las intervenciones de la palestra pública.

Factores como “el deterioro de las casas de estudio, la migración masiva de jóvenes y la crisis humanitaria” ha disminuido el potencial del sector universitario de Venezuela en general, detalló.

El movimiento estudiantil en el estado Zulia, a decir de Guerrero, está inmiscuido en otras causas como lo son voluntariados o centrados en su propia institución. Eso explicaría por qué el ciudadano de a pie lo considera apagado o con poca presencia.

"En el momento en que se convoque una manifestación, los estudiantes asumiremos la responsabilidad como lo hemos hecho en comicios anteriores”, dijo la estudiante de Veterinaria, "Maga" Retamosa.

Los venezolanos y el mundo entero quedaron impresionados con la fuerza y capacidad de lucha demostrada por los jóvenes en las épocas más conflictivas del país: 2002, 2014, 2017 y 2019.

Sólo en 2014, entre el 12 de febrero y el 29 de mayo, fallecieron 43 personas.

“Los movimientos estudiantiles en las calles se seguirán viendo porque nosotros hemos marcado la diferencia”, aseguró Retamosa.

Sin apoyo mediático

Por su parte, Ana María Osorio, estratega en Comunicación Política y especialista en Imagen Pública, no descarta que la sensación de pasividad se deba a malas estrategias comunicacionales.

“Es posible que los movimientos estudiantiles sigan en las calles, pero no se han mediatizado de forma correcta”, explica Osorio. “Los movimientos estudiantiles actualmente no tienen notoriedad”.

La especialista en el área de la comunicación asegura que en la política “si nadie se entera no hiciste nada”. Este podría ser el caso de los jóvenes estudiantes.

Próximos comicios electorales

Uno de los escenarios recientes donde el movimiento estudiantil mostró su capacidad de movilización fue el pasado 12 de febrero en Caracas, cuando un multitudinario grupo de estudiantes universitarios marchó hasta la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), para exigir la reactivación de los puntos de Registro Electoral.

Protesta estudiantil contra el cierre de RCTV

Aunque no se asemejan al surgido en 2006, cuando un renovado movimiento estudiantil salió a las calles a protestar en contra del cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV).

De ese momento histórico surgirían noveles rostros de la oposición venezolana: David Smolansky, Freddy Guevara y Yon Goicochea, entre otros, quienes luego se convertirían líderes políticos hasta el punto de obtener cargos como alcaldes y diputados a la Asamblea Nacional.

Smolansky fue electo alcalde por el municipio El Hatillo (2014-2018) pero en 2017 fue destituido y sentenciado a 15 meses de prisión por lo que decidió exiliarse ese mismo año.

Freddy Guevara se convirtió en diputado a la AN en 2015, pero luego de participar en las protestas de 2017 fue perseguido por el Gobierno y estuvo tres años como asilado en la embajada de Chile en Caracas, hasta que en 2021 recibió un indulto pero tres días después nuevamente el Dgcim lo detuvo. Ya está en libertad.

Ese grupo de dirigentes estudiantiles le endosó a Hugo Chávez su única derrota electoral en el año 2007, gracias a su participación activa en la campaña electoral por el “NO” en contra del Referéndum Constitucional, que implicaba modificar 69 artículos de la Constitución de 1999.

En este caso, sus exigencias no fueron escuchadas. Pero Ana María Osorio apunta a que los movimientos estudiantiles deben reorganizarse para generar el impacto que tenía anteriormente.

"Deben definir un objetivo y el paso a paso para conseguir (…) Estos pareciera que actúan siguiendo las directrices que dictan los partidos políticos que apoyan”, señaló.

David Smolansky en 2006 durante las protestas tras el cierre de RCTV

Osorio explicó que, si bien ahora mismo no hay un líder juvenil como lo fue Smolansky en su momento o el mismo Requesens, “cuando hay organización y fuerza interna no hay nada que los detenga (a los estudiantes)”.

“No hay un liderazgo notorio, y sí, ha habido represiones, pero cuando hay organización y fuerza interna no hay nada que los detenga”, finalizó la asesora comunicacional.

Sin miedo

Un punto en que las tres fuentes consultadas concordaron es que el miedo no es un factor, ya que los jóvenes no suelen dar su brazo a torcer cuando se trata de exigir sus ideales.

Parece que los hechos de represión suscitados entre marzo y julio de 2017 solo son un recuerdo lejano. Meses en los que se vivió una ola de protestas a causa de las sentencias 155 y 156 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, usurpando funciones de la Asamblea Nacional vigente.

En ese periodo, el presidente Nicolás Maduro convocó una inconsulta a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Lo que agravó la situación y desembocó en 92 manifestaciones del sector académico en todo el territorio nacional, las cuales fueron reprimidas, en su mayoría, por la Guardia Nacional Bolivariana, según datos de Aula Abierta.

Manifestantes se enfrentan a la Guardia Nacional Bolivariana hoy, miércoles 10 de mayo de 2017, en Caracas (Venezuela). EFE

Esta fuente contabilizó 21 estudiantes fallecidos en el contexto de las movilizaciones y 339 detenidos arbitrariamente durante esos fatídicos meses.

Sin embargo, ya han pasado seis años de ese escenario y la fuerza estudiantil actual no se deja amedrentar por el fantasma del pasado.

Protesta en la nueva sede rectoral de la Universidad del Zulia el 17 de enero de 2023

De hecho, María Gabriela Retamosa recuerda que la dirigencia universitaria se unió a las protestas de los trabajadores de la ciudad de Maracaibo. El pasado 17 de enero, la fuerza estudiantil acudió a la nueva sede rectoral de la Universidad del Zulia.

“La irreverencia de los jóvenes hace que el miedo quede de lado en estos escenarios”, sentenció Retamosa.

Ruth Guerrero precisó que los jóvenes “utilizarán su imaginación y perseverancia” para encontrar soluciones tanto a la sensación de quietud dentro de la dirigencia universitaria como para sus exigencias ante el CNE.

“A medida que ellos vayan tomando conciencia de la importancia de su participación, se organizarán e irán a hablar con las autoridades del CNE para que coloquen más sitios para inscribirse. Los jóvenes jamás se quedan de brazos cruzados”, aseguró.

Una oportunidad para hacerse sentir de nuevo podría presentarse el venidero 22 de octubre, fecha en que se realizarán las elecciones primarias y donde al menos dos candidatos de la oposición estarían participando bajo la sombra de la inhabilitación.

Jesús María Casal, presidente de la Comisión Nacional de Primarias (CNP), aclaró este miércoles a Versión Final que si el ganador de las primarias no está habilitado, “los mismos ciudadanos deben acompañar al candidato unitario en su reclamo para que se le permita participar en la elección presidencial”.

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