El Tribunal Supremo juega a ser Dios
Por cuarta vez en dos meses, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) emite sentencias en las que anula la actuación de la Asamblea Nacional. El 30 de diciembre de 2015 ordenó suspender la proclamación de diputados por Amazonas; el 10 de enero de 2016 decidió la constitucionalidad de la prórroga de 60 días del Estado de Excepción decretado por el presidente Nicolás Maduro en Amazonas; el 20 de enero de 2016 declaró constitucional el Decreto de Emergencia Económica del Ejecutivo; y este 1° de marzo de 2016 emitió una sentencia en la que impide a la AN investigar la designación de magistrados electos el 23 de diciembre del año pasado.
Este último dictamen es considerado por Blanca Rosa Mármol de León, exmagistrada del Tribunal Supremo de Justicia, como una enmienda a la Constitución Nacional. “Ellos (TSJ) lo que tenían sometido a su consideración, era un recurso de interpretación, que según jurisprudencia de la propia Sala Constitucional, no los faculta para hacer pretendidos controles difusos de normas contenidas en leyes internas del Parlamento, suspendiendo su aplicación ni mucho menos indicando que iban a revisar la constitucionalidad de esas leyes”, enfatizó.
De acuerdo con la exmagistrada, el TSJ está actuando como una suerte de “niurgos”, que tienen el poder absoluto y que no toman en cuenta la voluntad popular cuando se están entrometiendo, justamente, con la representación de ella que es la Asamblea Nacional, a la que está despojando de sus facultades contralora de los demás poderes que es lo que claramente quieren evitar, sostuvo.
Considera el fallo como una decisión inacatable. “Acatar esa decisión significa la desaparición de la AN. La ata de manos, la anula”, sentenció. Mármol de León cree que los tres miembros de la Sala Constitucional (Calixto Ortega, Luis Damiani y Lourdes Suárez) quienes se abstuvieron de firmar la sentencia “por causa justificada”, deben ser destituidos. “De acuerdo con la Ley Orgánica del TSJ, el magistrado que debiendo hacerlo no se inhibe, comete una falta grave que lo puede llevar a la destitución. No firmar por causas justificadas, no es la salida a la solución planteada”, dijo.
Enmienda del TSJ
Para Juan Berrios, abogado constitucionalista, profesor de la Universidad del Zulia, “hay una decisión política detrás de esas decisiones. Y ese poder de enmienda del TSJ, en esta sentencia, no es algo novedoso en la historia de la Sala Constitucional”.
Asegura que este proceso constitucional de interpretación del sistema constitucional, “que es como se denomina, ha sido un instrumento frecuentemente utilizado por la Sala Constitucional para supuestamente declarar la certeza sobre lo que significan los postulados constitucionales, pero a la hora de la verdad, en la realidad, estas decisiones se convierten en un parámetro casi constitucional, de alguna forma, casi sustituyen la letra de la Constitución por la interpretación que le hace la Sala Constitucional de lo que la Constitución dice”, subrayó.
En su opinión, el conflicto no es entre la Sala Constitucional del TSJ como se ha dicho, “es entre la Asamblea y el Ejecutivo. El Ejecutivo utiliza los instrumentos que tiene a su mano para tratar de que el conflicto se resuelva a su favor, y uno de esos instrumentos, es la Sala Constitucional”, afirmó.
Carlos Berrizbeitia, diputado a la AN, presidente de la comisión especial del Parlamento que estudió la designación de magistrados en diciembre pasado, estima que con la decisión de la magistratura no solamente se enmendó la constitución sino que “quedó en evidencia que Nicolás Maduro gobierna a través de la Sala Constitucional, en contra de todos los patrones morales y éticos de un mandatario.
Violando todos los preceptos constitucionales y además violando las atribuciones que tiene la AN”, manifestó. “Imagínese en un país que se respete la democracia que ocurra esto, donde la AN no tenga la capacidad de invitar a comparecer a ministros, gobernadores, funcionarios públicos.
Eso busca que no se enteren los venezolanos de la gravísima corrupción que ha habido en este país durante todos estos años. Para no tener que venir a entregar cuentas”, valoró.