El Satélite Miranda es casi estéril por la crisis
Cuando el fallecido presidente Hugo Chávez anunció el lanzamiento del satélite Simón Bolívar para el progreso de las telecomunicaciones, la incredulidad imperaba en los venezolanos hasta que llegó el momento de su despegue en octubre de 2008. Cuatro años después salió a orbitar a 670 kilómetros de la tierra, en septiembre de 2012.
Entre sus funciones estaría incluida la captación de imágenes para el desarrollo científico y tecnológico en el área ambiental, de salud, seguridad y agricultura. En este último ámbito la meta era hacerle seguimiento a los cultivos en cuanto a su vigorosidad, humedad y el estado fenológico de la vegetación. El análisis de imágenes satelitales lo permite.
Autoridades de la Agencia Bolivariana de Asuntos espaciales (ABAE), la Fundación Instituto de Ingeniería para la Investigación y Desarrollo Tecnológico y el Instituto de Ingeniería para Investigación y Desarrollo Tecnológico (Fiidt) le informaron a Versión Final que en estos cuatro años en órbita el Satélite Miranda ha destinado seis mil 853 imágenes -para proyectos de agricultura y riego- de las 511 mil que ha captado hasta ahora, la superficie de siembra para este año ha disminuido 75 por ciento, aun cuando entre las funciones del astro mecánico está contemplado brindar información para el aprovechamiento mínimo de cada unidad de suelo y así incrementar la producción y disminuir los costos.
“Sobre el tema agrícola hemos trabajado con el Instituto de Desarrollo Rural, en donde se han utilizado las imágenes para programas de desarrollo en vialidad agrícola y seguimiento de sistemas de riego”, explicó el presidente de la ABAE, Víctor Cano.
Cano explicó que las fotografías contribuyen con la planificación de sistemas de cultivos de grandes extensiones como arroz y maíz, en zonas planas del país, principalmente en Guárico, en el sistema de riego de Calabozo, parte de Barinas y Portuguesa. “Además de que ha sido de gran ayuda en la detección de cultivos ilícitos”.
Francisco Durán, presidente del Fiidt asegura que la información que ha proporcionado Miranda ha sido digitalizada y registrada para datos estadísticos que le han permitido el comienzo de proyectos de investigación.
Poca voluntad
El profesor de agronomía de La Universidad del Zulia (LUZ), Werner Gutiérrez, explica que aunque un satélite con la instrumentación apropiada puede ser una de las mejores herramientas científicas al servicio de la agricultura y la ganadería, en Venezuela es evidente la falta de voluntad política para hacer de la investigación científica agrícola y el desarrollo tecnológico una prioridad.
Gutiérrez explica que el uso de los satélites en la agricultura corresponde a lo que se conoce como agricultura de precisión que ha permitido ya en otros países maximizar la eficiencia de sus sistemas de producción, teniendo como base el conocimiento de la variabilidad de sus campos, mediante la información que les proporcionan los dispositivos espaciales.
A ello se le suma el uso de tecnologías de Sistemas de Posicionamiento Global (GPS), sensores, satélites e imágenes aéreas junto con Sistemas de Información Geográfica (SIG) para estimar, evaluar y manejar estas variaciones presentes en sus campos, detalla Gutiérrez.
Para el catedrático el Satélite sí está en capacidad de hacer grandes aportes a la agricultura, pero lamenta que “la realidad es que nuestro modelo actual dista mucho de esos momentos, considerando la imposibilidad de nuestros agricultores de acceder a nuevas equipos e implementos que utilizan estas tecnologías de información generadas por los satélites, lo cual detendrá su uso mientras no se garanticen las condiciones necesarias al sector agrícola nacional para su crecimiento”.
En Venezuela el sector agrícola requiere entre mil 500 millones y dos mil millones de dólares anuales aproximadamente para cubrir sus necesidades de maquinarias, repuestos y agroinsumos y la entregas de divisas no llega ni al 10%. Para colmo hay un aproximado de 18 mil tractores y cosechadoras sin funcionamiento por falta de repuestos. “El lanzamiento de los dos satélites de nuestro país, poco o nada han ayudado al desarrollo de nuestro sector productor de alimentos”, sentencia Gutiérrez.