El Espectador sacude a Petro con potente editorial sobre la oposición venezolana

Era necesario que el presidente Gustavo Petro iniciara acercamientos con la oposición venezolana. Desde que llegó a la Casa de Nariño, su ambición pública ha sido ayudar a Venezuela en una transición democrática, pero hasta ahora, pese a seis encuentros con el dictador de ese país, Nicolás Maduro, no le había abierto la puerta a una reunión con quienes han sufrido la persecución del régimen. Eso ha generado una justa desconfianza en un sector de la política venezolana, que ve en el mandatario colombiano a un aliado ambiguo. Por fortuna, parece que la reunión llevada a cabo el sábado pasado empieza a dar buenos resultados.
Según El Espectador, la apuesta en Venezuela tiene que ser por la democracia. También, por la responsabilidad ante el encarcelamiento de presos políticos, los asesinatos extrajudiciales y el desmantelamiento de toda la institucionalidad a lo largo de tantos años de chavismo en el poder. Al acercarse al régimen de Nicolás Maduro, la diplomacia colombiana no puede olvidar que este ha sido denunciado públicamente por la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidos y que está en el ojo investigativo de la Corte Penal Internacional. Los crímenes que han ocurrido y siguen ocurriendo en el país vecino, que junto a su desastre económico han llevado a la migración de millones de personas, hacen parte de cualquier discusión sobre una “transición”.
Por eso, si el compromiso del Gobierno Petro es con la democracia, es importante que construya confianza con la oposición venezolana. El presidente ha jugado un papel esencial en traer a Maduro de nuevo a la mesa, pero no es suficiente. La conferencia internacional citada para mañana por Presidencia en Bogotá, que contará con la participación de 20 países, es para avanzar en un diálogo, no para que el régimen pueda seguir en la impunidad.