“El desabastecimiento es la carta de defunción del Gobierno”
Desde el lente del ciudadano que se sumerge en las colas o el joven que emigra del país, el sociólogo Luis Pedro España, director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB, mostró su perspectiva de la situación de Venezuela en su visita a Versión Final. A su juicio, la sociedad vive desde la angustia e inviabilidad, lo que en muchos casos se aprecia como frustración y rabia.
—Usted ha hablado del miedo como desmovilizador en Venezuela. ¿Puede el miedo con el hambre?
—En las últimas semanas más puede el hambre que el miedo. Yo creo que hay un grado de desesperación muy grande y el alimento básico es muy sensible, por eso vemos ataques de frustración y rabia. Lo que se está viviendo ahorita a un punto que nunca habíamos vivido.
—¿Cómo se comportan hoy los índices de desnutrición?
—Estamos en un punto de inflexión, esto va a tener consecuencias a largo plazo, principalmente en la población menor de 5 años. Vamos a ver en el mediano plazo cosas tan elementales como las medidas antropométricas (crecimiento), pero después será capacidad de concentración, pensamiento, estamos viendo una situación muy peligrosa. Si esto se transforma en años, ciertamente vamos a tener consecuencias severas.
—De acuerdo a su discurso el Gobierno ama a los pobres. ¿Usted cree que el amor con hambre dura?
—Yo diría que hay amores que matan (dijo entre risas). No es verdad que este Gobierno tenía un proyecto político, no era verdad que estaba cambiando estructuralmente las condiciones sociales de los venezolanos, eso lo advertimos desde las universidades, no era verdad el impacto que decía el Gobierno que tenían las misiones.
—¿Qué pasó con la contraloría en las misiones?
—Faltó contraloría, pero también hubo problemas de diseño. Las encuestas Encovi hablan de que el mismo Gobierno destruyó las misiones, sólo Barrio Adentro (salud) y Mercal (alimentos) son las que mantienen mayor número de beneficiados, el resto de las misiones prácticamente han desaparecido, tenían un altísimo componente de propaganda política, y por eso pierden sentido de atender a la población.
—Usted dice que el 73% de los venezolanos tiene dificultad para cubrir sus necesidades. ¿En cuanto se ubicará al cierre del año?
—El techo de la pobreza este 2016 debe estar cerca, por el 80%. Aquí se va a empobrecer todo el mundo. Ese porcentaje es tomado de la encuesta Condiciones de vida de 2015, habla de pobreza de ingresos, es decir, cuántas personas tienen dificultades para cubrir la canasta alimentaria, y casi un 60% de esta población es pobreza reciente, (que tiene a sus hijos en el colegio, pagan alquiler, servicios, y que ahora se les dificultan los alimentos).
—¿Esta población puede salir de la pobreza reciente?
—Si la economía se reanima y comienza a haber oportunidades, ese 60% debería salir por sí solo de la pobreza. Si eso no ocurre, comenzarán a reducir sustantivamente el consumo, y muchos de esos hogares podrían pasar a pobreza extrema.
—¿Ese mismo porcentaje quiere fuera al Gobierno?
—Por lo menos dos tercios de la población, casi 70% hace una conexión de que esta crisis económica es por malas decisiones políticas. Por eso una parte importante del país, aspira cambio de Gobierno.
—¿El ideal del chavismo sigue vigente y fuerte?
—Hay una clientela del Gobierno que está por el orden del 30%, considero que la mitad sigue siendo un apoyo que está muy bien vinculado. El chavismo duro, ideologizado, convencido, es más o menos el 15%.
—¿Estamos cayendo en un deslave social?
—No, el empobrecimiento no es igual a otros. Clase media, baja, profesionales, obreros, aquí tiene que hacer cola todo el mundo, el Gobierno al final nos igualó a todos. Y provoca una confrontación de pueblo contra Gobierno, no de pueblo contra pueblo.
—¿El Gobierno apartará la ideología para salir de la crisis?
—No. Está atrapado y esa es su peor desgracia. Tiene las manos atadas porque tiene un corsé ideológico en sus manos. El Gobierno tiene severas dificultades para aprender, está muy limitado para saber cuáles van a ser las consecuencias de sus acciones y eso es producto de su desconocimiento, el propio sorprendido de que las cosas no funcionen es el Gobierno.
—¿Los CLAP tendrán impacto?
—Son una profundización del error. Tienen un impacto negativo y el Gobierno lo sabe, fue un intento de saltarse la ineficiencia de ellos con los bachaqueros.
—¿El bachaqueo se petrificó en la economía popular?
—Las colas y el bachaqueo continuarán. El Gobierno hecho el loco va a desmontar lo de las bolsas de comida, se agudizará el desabastecimiento y la escalada de aumento de precios.
—¿El empobrecimiento en Venezuela es progresivo?
—Sin duda, mientras esto siga, no dudo que sea así. Las consecuencias las vamos a ver dentro de unos años.
—¿Visualiza el fin del Gobierno este 2016?
—Igual como es de insoportable para el venezolano, es insoportable para el Gobierno. Nadie reparte palo sin que se le canse el brazo, y creo que al Gobierno se le está cansando el brazo.
—La oposición capitaliza el descontento ¿por necesidad o por liderazgo real?
—La población está esperando. Cada vez que la oposición plantea una alternativa creíble, la gente se lanza a esa opción. El domingo que viene hay una elección que signifique tratar de cambiar la situación política y el pueblo se abalanza contra esos centros de votación.
—¿Cuál es, a su juicio, el futuro de este Gobierno?
—Creo que el desabastecimiento es su carta de defunción.
—¿Podrían los chavistas defender el referendo?
Es probable que factores del poder digan que hay que darle una salida. Aquí va a ver una gran víctima dentro del chavismo.