El diálogo se hace de cristal
La polémica que desató la mesa de diálogo sostenida entre Gobierno y oposición se evidenció en los días después de que se realizaron los cinco acuerdos el pasado 12 de noviembre, hecho que abrió paso a que las mediaciones continuaran con fecha pautada para el 6 de diciembre.
A pesar de que el vaticano, representado por Monseñor Claudio María Celli, indicó que el proceso se está consolidando, los expertos señalan que el mismo podría estar pendiendo de un hilo. Según ellos, la MUD se encuentra bajo una lupa sostenida por la opinión pública, donde se evidencia desunión y un vacío de comunicación entre los partidos que la integran, lo que podría costarle caro en estos momentos de crisis, donde la unidad debe fortalecerse.
Es verdad que el diálogo está totalmente sostenido por un hilo tan frágil que en cualquier momento pudiese reventarse”, expresó la politóloga Ruth Guerrero, indicando por su parte, que las razones recaen en que uno de los actores no está cumpliendo con lo acordado en las negociaciones.
El historiador y analista político, Ricardo Lobo, indicó que resulta imposible que ambas partes logren congeniar en una mesa de diálogo pues los puntos de encuentro resultan ser de desencuentro. “Una negociación no pudo realizarse mientras el presidente Hugo Chávez estuvo vivo por esta razón. Lo ideal sería que a pesar de concepciones ideológicas contrapuestas podamos, ambos lados, ponernos de acuerdo en puntos que nos sirven para la reconstrucción de la institucionalidad, el estado de derecho y la concreción de la forma de hacer gobierno para que todos los ciudadanos nos beneficiemos”.
Para Nicmer Evans, politólogo y dirigente de Marea Socialista, el problema del diálogo recae en cómo se desarrolla. A su juicio, la mayoría de los venezolanos no se ven representados por las personalidades sentadas en la mesa.
“Faltan los trabajadores, empresarios y sectores políticos excluidos, partidos que han sido proscritos, como Vente Venezuela, que se ve obligada a estar en la MUD, y marea socialista, además de sectores sociales con mayor aglutinamiento como los jóvenes estudiantes, que deben ser integrados en la mesa de diálogo, y a pesar de que el comunicado diga que esto se ejecutará, tiene que pasar por la aprobación de ambos sectores polarizados”, expresó el experto, en una entrevista con Unión Radio.
El peso de las palabras
Los encuentros de diálogo han contado con numerosos comentarios y declaraciones por parte de ambos bandos, quienes transmiten constantemente sus opiniones sobre el tema a través de los medios de comunicación.
El dirigente político opositor, Henrique Capriles Radonski, aseveró aye rque si en el próximo encuentro de diálogo entre Gobierno y oposición el próximo 6 de diciembre, no arroja resultados concretos en cuanto a cronogramas electorales (referendo revocatorio o elecciones generales), se confirmaría el fracaso de las negociaciones, según declaraciones ofrecidas a Carlos Croes, en una entrevista transmitida por Televen.
Asimismo, Roy Chaderton, representante del Gobierno en las mediaciones, aseguró a través del mismo medio, que hay un ambiente de saboteo al diálogo. Considera que no hay necesidad de adelantar las elecciones generales como pretendía exigir la oposición.
“Hay plazos consagrados en la Constitución y no creemos que hay ninguna razón para adelantar unas elecciones que ya tienen su finalización consagrada”. A su juicio, realizar elecciones cada vez que la política venezolana se encuentre en un mal momento produciría un ambiente “anárquico y caótico”.
Lorena Espina, analista de discursos políticos expresó sobre esto, que los participantes del diálogo deben abstenerse de expresar a través de los medios de comunicación, las interpretaciones de lo acordado en las reuniones, como se ha observado por parte de algunas personalidades del oficialismo y de oposición.
“En realidad no debería haber más alocuciones o expresiones sobre los acuerdos, más allá que las hechas por los representantes en las mesas de diálogo. Diría que se tiene que apagar el micrófono al exterior. Ni Gobierno ni la MUD, deben decir nada en cuanto al diálogo, para evitar malos entendidos”.
Para la experta, el diálogo solo puede fracasar si las partes realizan acciones que estén dictaminadas a ello. “El problema es que tras las negociaciones, hay muchos intereses. Unos son generales y otros particulares, y tengo la apreciación, según lo que los medios informan, de que pareciera que de ambos lados pudieran existir personas que estuviesen saboteando las posibilidades de diálogo llevados por intereses, sin centrarse en lo más importante: evitar que la gente pase por situaciones más difíciles”.
Los analistas consultados concordaron con que ambas partes sostienen la responsabilidad de que el diálogo surta los efectos deseados, y que en estos momentos, tanto oficialismo como oposición, están cometiendo errores que ponen en riesgo el futuro cercano de Venezuela.
