Con corbata y paltó, así votó a sus 95 años el cronista Vinicio Nava Urribarí
El letrado permanecía sentado en una silla playera y apoyado con su bastón, a las afueras del centro electoral que abrió pasada las 8:30 a.m. No pude evitar venirme vestido de otra forma, sino decentemente, como corresponde, al ejercicio de un derecho tan importante para definir el destino de los pueblos. Llegué a las 6:30 de la mañana junto con mi hija”, dijo. Invitó a la juventud a “quedarse hasta lo último, que hagan los esfuerzos supremos, cueste lo que cueste el sacrificio, para que manifiesten su voluntad”
Una de los personajes más emblemáticos de Maracaibo, el abogado, educador e historiador de Maracaibo, Dr. Vinicio Enrique Nava Urribarrí, titular de la cédula de identidad número 1.040.041 y con 95 años, permaneció firme frente a la escuela “Luis Beltrán Prieto Figueroa”, en La Trinidad, a la espera para ejercer su voto.
Ataviado elegantemente con un traje color gris de rayas, corbata morada, camisa blanca y sombrero, el letrado permanecía sentado en una silla playera y apoyado con su bastón, a las afueras del centro electoral que abrió pasada las 8:30 a.m.
“Es un momento que tenemos que calificar como sagrado los demócratas, no pude evitar venirme vestido de otra forma, sino decentemente, como corresponde, al ejercicio de un derecho tan importante para definir el destino de los pueblos. Llegué a las 6:30 de la mañana junto con mi hija”, dijo.
El historiador añadió que siempre ha votado en esa escuela, situada en la parroquia Juana de Ávila, porque “tiene una relación íntima conmigo, porque yo vivía en La Trinidad y propuse su nombre a este grupo escolar. Hasta asistí cuando él vino a bautizarlo porque yo era el supervisor de educación”.
Sobre el proceso electoral añadió que “para mí es una página para recordar, y para el país muy importante para señalar el rumbo verdadero, y ojalá Dios y la voluntad de los venezolanos coincidan en señalárselos. Somos los venezolanos los que vamos a seguir el rumbo trazado por Dios”.
Por último, invitó a la juventud a “quedarse hasta lo último, que hagan los esfuerzos supremos, cueste lo que cueste el sacrificio, para que manifiesten su voluntad”.
