Cardenal Porras cree que el diálogo debe buscar el beneficio social
El Monseñor Baltazar Porras, quien viaja a Roma para ser nombrado como Cardenal, considera que la distribución de bienes y servicios en Venezuela debería ser regular y no a cuentas gotas.
"Nosotros en Cáritas Venezuela tenemos meses y meses haciendo las gestiones para que se acepte ayuda de nuestro continente y Europa. No queremos hacer propaganda sino aliviar la crisis en el país", expuso en declaraciones a Unión Radio.
Destacó que la gente que no puede seguir sus tratamientos y se producen muertes por esa causa. "Lo primordial es preservar la vida", señaló.
Precisamente sobre la solidaridad de otros países, afirmó que este domingo recibió una llamada desde Toronto ofreciendo medicinas.
Además de los contenedores de Cáritas Chile, "que hemos hecho las gestiones para que permitan su entrada con el único propósito de aliviar la situación en el país y sin ningún espíritu propagandístico".
Asimismo, pidió al gobierno que recapacite para poder brindar esa ayuda, que aunque le parece insuficiente la califica como un granito de arena de parte de diferentes países e instituciones del exterior, "porque se trata de la salud del pueblo venezolano".
Considera que la respuesta del gobierno debe ser más apropiada. Porque si bien no hay una negativa con respecto a recibir las ayudas, aseguró que no hacen las gestiones para liberar medicamentos que son perentorios.
Con respecto al diálogo, Cardenal Porras dijo que por todo lo que hemos visto y las reacciones en las redes sociales sobre la mediación de la Santa Sede, considera que si no son fructíferas no será el Papa quien quede mal.
"Aquí no se trata de que triunfe o falle el papa, aquí quien quedará mal es el pueblo venezolano si no se consigue solución", dijo.
"Hay que pensar que el diálogo no busca un beneficio político sino social, que es la vida y la tranquilidad de los venezolanos. Para ello hay que dar muestras", expuso.
Criticó que no se puede ir a una mesa de diálogo y después salir con descalificaciones. Enfatizó que se debe utilizar el tono que corresponde a unas conversaciones que tiene como fin la estabilidad de la nación.
"¿Qué se gana con que la desesperación triunfe y que un grupo de personas pierda la calma? Vendrá represión, heridos y muerte. Eso no nos conduce a nada", comentó.
Desde su punto de vista, hay una paralización general. "Colas interminables de vehículos para echar gasolina. Eso unido a las otras situaciones del país no convienen a nadie. Necesitamos un país activo y que las cosas más elementales no sean distribuidas a cuenta gotas", acotó.
Afirmó que eso debe ser parte de esas conversaciones y que ofrezcan soluciones efectivas. "No se trata de dar vuelta de rueda de molino sino que la población sienta que se están tomando medidas concretas para atender sus necesidades", agregó.
"Lo que está puesto desde el principio con los enviados del Vaticano es que haya una agenda concreta con respuesta inmediatas: que no pueden esperar", como la escasez de alimentos y medicinas, atacar el crimen.