Baja en 80% la venta de juegos pirotécnicos

El ambiente no es de fiesta en la feria de pirotécnicos de La Rinconada, donde de 85 locales solo 15 están abiertos. Los pocos clientes que llegan preguntan y se van. Alguno opta por llevarse una docena de cohetones nacionales, fabricados en Barquisimeto, que son los más económicos: unos a Bs 1.500 la docena y otros a 3 mil. Los importados cuestan 60 mil.
"La diferencia es la seguridad. Los nacionales son peligrosos, muchos se devuelven o explotan abajo", cuenta Jarver Suárez, quien tiene 19 años en el negocio de los fuegos de artificio y ha visto como en esta Navidad las ventas han caído más de 80%. Asegura que este ha sido el año más duro y una muestra de ello es que solo puede pagar dos empleados cuando antes tenía seis o siete.
Varios factores juegan en contra: los precios de los pirotécnicos, casi todos importados de China, han aumentado entre mil y tres mil por ciento con respecto al año pasado. Una torta de cien tiros que en 2015 se vendía a 25 mil ahora cuesta 150 mil. El precio de una caja de fosforitos de cien unidades es de Bs 2.500 cuando la Navidad pasada se vendía a Bs 500. Las luces de bengala oscilan entre Bs 3 mil y 4 mil y cada globo del deseo se expende en 1000 o 1500, reseñó El Universal.
"La mercancía es más costosa y el poder adquisitivo de los compradores más bajo, además las personas tienen otras prioridades como comprar comida y otros productos básicos", razona Jorge Torres, fundador y organizador de la Cooperativa Asociación de Pirotécnicos de Caracas (Asopicar). Sin embargo, asegura que los fuegos artificiales "forman parte de las tradiciones navideñas venezolanas de toda la vida, es una forma de alegrar estas fechas" y confía en que las ventas mejoren en los próximos días.
Los grandes ausentes en la feria de La Rinconada son los revendedores que otros años comenzaban a comprar desde octubre para revender en las bodegas pero que esta vez prefirieron vender alimentos en lugar de pirotécnicos.
La otra feria autorizada para vender fuegos artificiales es la de la Universidad Santa María, que este año también redujo sus puestos de 15 a uno por los altos precios de la mercancía y los pocos clientes, situación que ya se evidenció en 2015 pero que recrudeció en 2016.
Los bomberos informaron que se activarán operativos en el centro de la ciudad para evitar la venta ambulante de pirotécnicos y que habrá sanciones con multas y decomiso de mercancía. Exhortan a los adultos a hacer un uso correcto de los juegos de pirotecnia y a no permitir que los niños los manipulen. "Hasta con las luces de bengala, los padres y representantes deben estar presentes", dijo un funcionario. Los explosivos de alto poder están prohibidos desde 2013. En las dos ferias autorizadas la mercancía solo se vende a adultos y no a menores de edad solos.