Aristeguieta: "Agradezco a Venezuela por darme la oportunidad de luchar contra dos dictaduras"

El único miembro vivo de la Junta Patriótica que luchó contra la dictadura de Pérez Jiménez en 1958, Enrique Aristeguieta Gramcko, aseguró que durante las horas que estuvo detenido en la sede del Sebin de El Helicoide el pasado viernes, pudo notar que hay un gran número de funcionarios de seguridad del Estado que "no están de acuerdo con las prácticas totalitarias" del Gobierno nacional.
Indicó que "todos ellos (funcionarios) pasan las mismas penurias que nosotros, y estoy seguro que incluso altos mandatarios del régimen quisieran llevar otra vida, porque saben que son rechazados por la mayoría (...) Nunca había visto tanto rechazo a un régimen como en este".
En declaraciones a medios de comunicación, Aristeguieta agradeció a las personas que estuvieron pendiente del caso y le brindaron apoyo.
"Doy gracias a la comunidad internacional, a mis amigos, familiares, políticos, medios de comunicación, sociedad civil y al movimiento del cual soy parte, Soy Venezuela (...) A Venezuela, por permitirme luchar no solo contra una, sino contra dos dictaduras. La liberación de Venezuela está cerca", dijo.
El dirigente político aseveró que su detención representó un "secuestro", sin embargo, acotó que fue bien tratado por las autoridades. Comentó que, luego de que el Sebin lo sacara de su residencia en horas de la madrugada, lo trasladaron hasta El Helicoide para hacerle algunas preguntas "bastante insulsas (...) Me grabaron y luego me dieron una colchoneta para que descansara".
Explicó que en horas de la mañana de ese día, le tomaron una declaración escrita, donde un miliciano le dijo que estaba detenido por "instigación al odio".
"Me llevaron a un lugar grande, dispuesto para funcionarios, en el que residen varios detenidos. Coincidí con un abogado que tiene seis meses detenido, y con dos adolescentes acusadas de 'guarimberas' (...) Pasé varias horas allí, conversé con ellos, me preguntaron sobre la historia de Venezuela. Luego me llevaron a un calabozo sórdido del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y vi unos escritos en las paredes de Leocenis García", contó Aristeguieta.
Luego de eso, manifestó, lo llevaron a un Tribunal donde se le otorgó libertad plena.