Amnistía Internacional alerta que “la represión escaló” en Venezuela y “se agravan” los DD. HH.

La secretaria general de Amnistía Internacional (AI), Agnès Callamard, criticó duramente la situación de los derechos humanos en Venezuela, señalando que el país empeoró significativamente desde las elecciones presidenciales del 28 de julio.
En una entrevista con EFE en Lisboa, Callamard expresó su preocupación por la crisis humanitaria que atraviesa el país y destacó que mantienen el mismo diagnóstico que dio la misión de expertos independientes del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Según la misión de la ONU, la crisis se intensificó tras las elecciones de julio pasado, en las que Nicolás Maduro fue proclamado vencedor en un proceso electoral ampliamente rechazado por la oposición, que acusa al gobierno de fraude.
Callamard subrayó que Amnistía Internacional investigó exhaustivamente durante los últimos cinco años y encontró “pruebas de crímenes de lesa humanidad” cometidos en Venezuela, particularmente en lo que respecta a la persecución política.
Entre las violaciones documentadas, hallaron evidencias de ejecuciones extrajudiciales, tortura, detenciones arbitrarias, y la estigmatización y represión de defensores de derechos humanos.
La activista recordó que cerca de 2.000 personas detenidas tras los comicios siguen encarceladas, incluidos varios activistas pro derechos humanos.
Además, denunció que al menos 25 personas, incluidas menores de edad, murieron como consecuencia del uso de la fuerza letal por parte de las autoridades, y que el gobierno implementó leyes como la anti-ONG para seguir limitando las libertades.
El impacto de esta situación también afecta a Amnistía Internacional, cuyos miembros se vieron obligados a abandonar el país y tomar precauciones para continuar con su labor.
Ante este panorama, la organización pidió la liberación inmediata e incondicional de todas las personas detenidas por expresar sus puntos de vista de manera pacífica y exigió rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos.
Callamard también abordó el impacto de las sanciones internacionales contra Venezuela, afirmando que, aunque las sanciones funcionan de manera “moderada”, la creciente importancia del petróleo venezolano en el contexto de la pandemia y la guerra en Ucrania redujo la presión internacional sobre el Gobierno venezolano.
“Esta es una de esas crisis de derechos humanos proactivas y parece que no hay un final a la vista”, concluyó la secretaria general.