El diario plural del Zulia

Sin tetas no hay paraíso, por Werner Gutiérrez Ferrer

Ante la ausencia de medidas eficaces por parte de los organismos de seguridad, continúa incrementándose el hurto, robo y descuartizamiento de reses en las unidades de producción de los municipios Rosario y Machiques de Perijá de nuestro estado.

Los zulianos, que llegamos a ocupar el primer lugar como productores de leche y carne a nivel nacional, vemos desaparecer el esfuerzo de más de tres generaciones, alejándose cada día más de las manos de nuestros productores, las tetas de las ubres de sus vacas de las cuales llegó a brotar el 41.57 % del ordeño nacional, produciendo la región además, el 17,16 % de la carne consumida en el país.

Como lo he advertido, diversos son los factores que han creado un perfecto caldo de cultivo para la anarquía reinante en la zona. Existe una mezcla de hampa común, bandas delincuenciales organizadas, paramilitarismo y guerrilla, pero sin duda, el elemento más determinante de esta crítica situación ha sido el proceso arbitrario de Demarcación de Tierras y Habitas Indígenas, ejecutado por el Gobierno nacional. Recientemente describí lo vivido en la Finca Los Paredones, donde fueron robadas más de 900 reses por representantes de la etnia yukpa, sin que hasta los momentos exista castigo alguno.

Según denuncias de la Federación de ganaderos de la cuenca del Lago de Maracaibo (Fegalago), el robo promedio en la zona es de 30 animales; mientras, la Federación nacional de ganaderos de Venezuela (Fedenaga), alertó que el 2016 cerraría con la sustracción de más de 150 mil ejemplares del rebaño a nivel de todo el país.

Durante las últimas horas dos nuevos robos masivos de reses han ocurrido. El pasado jueves en la noche hombres encapuchados y armados sustrajeron de la finca Mideleite, en Machiques, 242 vacas lecheras, novillas y mautes. Es el tercer robo a esta unidad de producción, que ha visto desaparecer de sus linderos 500 animales en el presente año.

En el municipio Rosario de Perijá, el lunes en la noche, un grupo de hombres fuertemente armados sustrajeron de la Finca La Estrella, 37 vacas de ordeño. Los rastros de ambos lotes robados durante los últimos días, conducen como ya es costumbre, hacia Colombia, llevados por la Ruta a Codazzi, atravesando el poblado de Toromo, hábitats de la etnia yukpa.

Los zulianos no debemos quedarnos silentes ante la inacción del Gobierno nacional y regional. No permitamos que un grupo de delincuentes nos dejen sin las tetas de esas ubres milagrosas, que en el Zulia, paraíso de la ganadería tropical de doble propósito, alimentó con orgullo a diversas generaciones de venezolanos. La sociedad civil, colegios profesionales, universidades, iglesia y gremios empresariales, debemos apoyar a nuestros productores. Unamos nuestras manos para juntos levantar “un paredón” que frene la impunidad del hampa, porque... sin tetas no hay paraíso, ¡ni leche tampoco!

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