¿Simón Bolívar libertador de la Florida?, por Ángel Rafael Lombardi Boscán

La épica patriota, inspirada en la Independencia (1810-1823), termina siendo una gran broma porque lo tergiversa casi todo. Ideológicamente es un tipo de historia sin valor científico, al contrario, se fundamenta en la invención y sobredimensión de hechos y personajes cuya existencia histórica fue nimia o en todo caso, dudosa. Seguimos empeñados en alimentar la ilusión de una Venezuela heroica decimonónica.
Los gobernantes socialistas bolivarianos han hecho de la historia una asignatura estalinista. Más que historia lo justo es decir que se trata de una “mitohistoria” (Francisco Suniaga). Tesis estrambóticas, como la del asesinato de Simón Bolívar bajo los auspicios del Gobierno de los Estados Unidos, lanzadas por un diletante como lo era Jorge Mier Hoffman, lo que han hecho es confundir aún más al venezolano sobre su pasado.
En 1817 ocurre la invasión de la isla de Amelia, en Florida. Hay dos versiones. La bolivariana, bajo los auspicios de Mier Hoffman y secundada por el régimen actual; y la histórica/real. Dice la primera: “Un grupo de la Infantería Patriota del Libertador con el apoyo de norteamericanos de Savannah (hoy estado de Georgia) tomaron la isla de Amelia en la costa de Florida en junio de 1817 y proclamaron la República de Florida”. El que lee esto de una forma desprevenida cree que se trata de una operación comando bien orquestada y bajo las más rigurosas técnicas militares y con un propósito político desinteresado. Y que el Libertador como un rayo de la guerra y en posesión de una estrategia de la victoria triunfó sobre el Imperio. ¿Cuál Imperio? ¿El español? ¿El francés? ¿El inglés? o finalmente, ¿El estadounidense?
Supuestamente el Libertador le ordenó al mercenario escocés Gregor McGregor (1786-1845) esa inesperada maniobra militar para atajar los suministros que enviaba el nuevo Gobierno de los Estados Unidos a los realistas en Venezuela; además, de interrumpir y amenazar a los dos principales apostaderos navales que tenía España en el Caribe: Puerto Rico y Cuba. Argumento que nos parece ciencia ficción histórica, y de paso, convalidado por la omnipresente Wikipedia.
En cambio, la versión histórica/real, defendida por un intelectual solvente y serio como lo es Roberto Lovera De-Sola sobre esta oscura y anecdótica cuestión no deja la menor duda de las exageraciones que son necesarias poner en perspectiva. La primera de todas: en 1817, Venezuela no existe como nación y la Florida es territorio de España; segundo, Bolívar es un general cuestionado por sus propios partidarios porque está marcado por la afrenta de la derrota y carece de armada y ejército de valía; y tercero, es Piar el que está liberando Angostura. Lovera De-Sola es concluyente en señalar que esta iniciativa de Bolívar en proponer la invasión de La Florida es todo un infundio.
Lo del escocés Gregor McGregor junto con el corsario francés Luis Aury (1788-1821) que le secundó en la “invasión” a La Florida puede interpretarse como una aventura a medio camino entre la piratería y el idealismo republicano de la época. Fue un hecho aislado y oscuro que merece ser estudiado libre de la “pasión bolivariana”.