Rodrigo Rivera Morales | Luis Herrera Campins, honestidad y sencillez

El 4 de mayo se arribará al centenario de natalicio de Luis Herrera Campins. En estos momentos que pasamos por una aguda crisis moral en el país, vale la pena traer personas que han sido ejemplo de honradez y servicio. Hoy cuando observamos la corrupción ha carcomido el aparato público estatal y se enseñoreado en todos los órganos del Estado, se hace preciso mostrar personas que tuvieron la más alta responsabilidad en la función pública y amigos y enemigos reconocen la probidad como manejo la cosa pública. Luis Herrera jamás fue acusado de corrupción, tampoco ninguno de sus familiares. Hoy en día el que usurpó la presidencia ostenta enormes riquezas, su esposa hace negocios y sus familiares hacen hasta negociaciones ilícitas.
Luis Herrera Campins fue un gran Presidente, todavía se le recuerda muy gratamente, como una muy buena persona y ciudadano ejemplar, hombre de palabra y honor, pero sencillo y campechano, de hablar claro aunque muchas veces utilizando frases criollas, muy preparado e inteligente, llanero honesto y trabajador, de honradez y conducta intachable. Dejó un legado de grandes obras de infraestructura en todo el país, entre ellas el Metro de Caracas, pero, sobre todo se destacó en relación a dos pilares fundamentales de cualquier país desarrollado, la educación y la cultura, que fueron sus prioridades, continuando e incrementando programas de presidentes anteriores, como el Plan de Becas Gran Mariscal de Ayacucho y el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela.
Luis Herrera fue hombre de convicciones cristianas, seguidor del evangelio social, siendo su conducta acorde con los planteamientos del humanismo cristiano. Su principal preocupación fue la educación y la infraestructura agraria. Sustentaba que el pueblo sin educación no podía progresar y se ahondaban las desigualdades. Por ello, creó escuelas y liceos a lo largo ya ancho del país, fortaleció las Instituto Pedagógicos, impulso sueldos dignos y suficientes para los docentes, incremento asignaciones a las Universidades para investigación; extendió el programa de institutos universitarios de tecnología para carreras medias; continuo el plan de becas Mariscal de Ayacucho. En cuanto al fortalecimiento del sector agrícola realizó grandes inversiones para carreteras rurales, electrificación rural, creación de dispensarios médicos rurales y fue quien más acueductos y sistemas de riego rurales en toda la historia venez0olana.
Esa convicción, de Luis Herrera, en el mensaje social del evangelio ha comprometido a muchos en el humanismo cristiano. Ese compromiso los impulsa a luchar por el respeto a la dignidad humana y alcanzar el bien común social. A entender que la política no es un negocio, ni es un sitial para satisfacer el ego y envanecerse con el poder. Esa convicción del humanismo cristiano significa compromiso social, con los más débiles, con las virtudes. Eso lleva a entender y practicar que la política es un servicio público, en la que se debe actuar con honradez y sencillez en función del beneficio general.
Creo que la dimensión de hombre sencillo, sincero, sin dobleces, con compromiso social, debe ser divulgada para que sirva de ejemplo para las generaciones futuras. Si bien hoy padecemos un gran deterioro moral producido por la acción corrupta y amoral de los gobernantes y de muchos de los políticos que fungen de oposición, debemos ena5rrbolar los ejemplos de virtudes y valores para que sirvan de guía para la reconstrucción democrática y moral de nuestro querido país.
Hoy las cárceles venezolanas y otros sitios del horror están repletos de presos políticos, simplemente por disentir del nefasto régimen. En el gobierno de Luis Herrera no hubo presos políticos, ni se persiguió por razones políticas. No se cerraron medios de comunicación, por el contrario, se fomentó su crecimiento, ni hubo censuras ni persecuciones a periodistas, a pesar de los muchos e infundados ataques llevados a cabo. Basta decir, que había un programa, concretamente, Radio Rochela, en la cual todos los lunes salía un personaje que imitaba a Luis Herrera.
Luis Herrera Campins un hombre sencillo, culto, servidor y honrado es un modelo que deben seguir los que quieran ingresar a la política para servir al pueblo.
Doctor en Derecho. Miembro fundador del capítulo España. Bloque Constitucional