Rodrigo Méndez // Marcas añejas

Recuerdo me decías: ...”a tu lado quiero envejecer”.
Mujer hoy estoy fatigado, y el chasquido de las juntas anuncia primero mi llegada. Te pregunto: conforme estás con mi acontecer?
Mujer, estoy cansado!
No se si es la tristeza del errante, o el veneno de la gente me quiere ver vencido, lo que amarga mis días y languidece mi existencia.
Estoy cansado!
Ahora cuando mi andar es lento, y la mirada se hace turbia, cuando hablo y no me escuchan, siento lo duro que es envejecer.
Las líneas de las manos se están borrando, otras líneas acusan el transcurso del tiempo. De muchacho alardeaba con trabajar sin cesar, decía que el descanso sería para el retiro, el soñado reposo no llegó!
No fue el viento quien se los llevó, más bien sería la bota del opresor que mi yugular trabó.
Los haberes arrebato, más me queda mi voz y lejos se escucha “libertad, la ansiada libertad, algún día se alcanzará.
No dejare de gritar, no podrán someter mi forma de pensar, escribir y denunciar, esa es mi bandera y la voy a izar en la cumbre más alta, que como una llama flamee y como fuego vivo mantenga la esperanza.
Mujer estoy cansado,
con los años mi corazón no irriga y solo el amor llega,
espero tus brazos en ellos logro el reposo al trajín del día, y mi inquieta alma sosiéguese su algarabía.
Anhelo de tus labios los besos, que me mantiene con vida,
si me dejes de amar, si lo haces pronto moriría.
Siempre encontraremos tiempo para el romance, si nuestro deseo es vivir.