El diario plural del Zulia

Participación política de la mujer wayuu, por Rubia Luzardo

Hoy, el mundo plantea el reconocimiento de la igualdad de género como principio fundamental para las relaciones de paz y tolerancia humana, en un contexto histórico que por muchos años no consideró a la mujer como “ciudadana”, sino madre, esposa, hermana o hija de los “ciudadanos hombres”.

Particularmente, la participación política de la mujer, resulta una herramienta útil en la resolución de problemas particulares circunstanciales, especialmente locales. Dejando atrás este activismo político, la consideración de la mujer sólo al rol de madre o reproductora social. Teniendo en cuenta que las actividades políticas que más frecuentemente éstas desarrollan, se relacionan a la búsqueda de soluciones del entorno familiar.

Aun hoy en día, es frecuente que los partidos políticos argumenten que las mujeres no están interesadas en la política, con el fin de justificar la falta de mujeres en las instituciones, Para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), algunas evidencias niegan tal convicción, atendiendo a indicadores como la militancia de las mujeres en los partidos (incluso superior a la de los hombres) o su implicación en organizaciones sociales de las comunidades.

En Venezuela, es común la presencia y participación de las mujeres en los espacios de las asociaciones no gubernamentales, organizaciones populares, comités o asociaciones de usuarios de servicios, de escuelas y de salud, incluso los recientes creados concejos comunales, entre otros. No obstante, no hay una correlación directa entre la amplia participación y liderazgo de las mujeres en la política informal y el acceso de éstas a puestos de dirección en la administración ni en cargos de responsabilidad política.

Por su parte, la mujer wayuu consciente de sus derechos y de su realidad como sujeto político observa a la política como un instrumento de poder para transformar su situación social, en atención a lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999 sobre el Estado democrático y social de derecho y de justicia, sustentado en valores superiores de su ordenamiento jurídico y de propia actuación, tales como la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, solidaridad, la democracia, responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo democrático.

Lo cual nos muestra una nueva forma participativa en la política de la mujer venezolana y particularmente nativa, wayuu, mestiza como sea que quiera reconocerse, el hecho concreto es que cada vez, son más mujeres que se suman a estos escenarios de activismo político.

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