Paolo Gentiloni, Comisario de Asuntos Económicos: “Estamos viviendo el fin de una ilusión europea”

El Comisario de Asuntos Económicos pide a los europeos que reaccionen ante las previsiones de crecimiento, que siguen siendo modestas, y ante los numerosos desafíos ecológicos y geopolíticos que aguardan al Viejo Continente.
La Comisión Europea publicó sus últimas previsiones económicas el viernes 15 de noviembre. En los próximos dos años espera un nuevo crecimiento, que, no obstante, seguirá siendo modesto. También pone de relieve los numerosos desafíos que aguardan a la Unión y que podrían reducir aún más sus resultados económicos. Frente a ellos, dice el juez Paolo Gentiloni, comisario de Asuntos Económicos, en una entrevista concedida a Le Monde, los europeos deben actuar. "Es ahora o nunca", dijo.
El crecimiento europeo sigue siendo lento. ¿Por qué ?
Podría haber sido mucho peor. A finales de 2022, Europa estaba en recesión. En 2023, estaba estancado. Hoy el crecimiento ha vuelto, a un ritmo muy limitado, es cierto, pero ha vuelto. El consumo aún no se ha recuperado, aunque el poder adquisitivo de los hogares ha mejorado con la caída de la inflación. La tasa de ahorro sigue siendo anormalmente alta, principalmente debido a las incertidumbres actuales, como el regreso de la guerra. Asimismo, la inversión privada no está a la altura, no ha vuelto a sus niveles pre pandemia.
Mario Draghi, en su informe sobre competitividad, pide a los europeos que actúen sin demora, pues de lo contrario la Unión, en pleno declive económico, estaría, dice, condenada a una “lenta agonía”. ¿Compartes este diagnóstico?
Estamos viviendo el fin de una ilusión europea, la ilusión de una energía barata gracias al gas ruso, de un mercado chino abierto sin límites a nuestras exportaciones y de la seguridad proporcionada por Estados Unidos.
¿No es más bien una ilusión alemana lo que usted describe?
No. Es una ilusión europea en la que Alemania fue el actor principal. Más que los demás Estados miembros, ahora debe aumentar su gasto en defensa. Más que los demás, dado el tamaño de su industria, ha sufrido el aumento de los precios de la energía. Más que los demás, está expuesto a amenazas de proteccionismo provenientes de Estados Unidos y China. Se trata de desafíos que conciernen a todos los europeos pero a los que Alemania está más expuesta.
La guerra en Ucrania, el conflicto en Oriente Medio, la elección de Donald Trump... Europa está rodeada. ¿Qué puede hacer ella?
Estas amenazas deberían actuar como una llamada de atención, impulsándonos a actuar. Es ahora o nunca, en cierto modo. Pero el problema son aquellos a quienes debería despertar esta señal de alarma. Francia [con un gobierno sin mayoría] y Alemania [donde las elecciones están previstas para febrero de 2025] se encuentran en situaciones precarias. Esto confiere a la Comisión y a su presidenta, Ursula von der Leyen, una responsabilidad aún mayor.
¿Eso quiere decir?
Corresponde a la Comisión tomar iniciativas legislativas. Hoy más que nunca tiene el deber de hacerlo, porque el ejecutivo europeo es estable.
¿Pero qué pasa si París, Berlín u otros no quieren oír hablar de ello? Podemos entender que todavía no haya hecho una propuesta para un fondo europeo de defensa, ya que Alemania se opone categóricamente a ello, ¿verdad?
La Comisión tiene la responsabilidad de presentar propuestas pero también de llegar a un acuerdo con los gobiernos. En materia de defensa queda mucho trabajo por hacer pero no es insuperable sacar adelante este tipo de propuesta. Mario Draghi estima que las inversiones adicionales que los europeos deben hacer cada año son de 800 mil millones de euros si quieren ponerse al día. ¿Cómo lo hacemos?
Se necesitarán inversiones europeas en bienes comunes europeos, es muy importante. Pero el quid de la cuestión es la inversión privada. La inversión pública representa en Europa de media entre el 3 y el 4% del producto interior bruto (PIB). Hoy, gracias al plan de recuperación europeo post-Covid, está casi en su nivel más alto, con un 3,8% del PIB. La inversión privada representa poco menos del 20% del PIB y, como les dije, hoy es baja.
Aquí también nos topamos con resistencia por parte de los Estados miembros. Llevamos quince años hablando de la Unión de los Mercados de Capitales para orientar mejor el ahorro hacia la inversión, pero no pasa nada...
Los Estados miembros deben ver más allá de la defensa de sus intereses nacionales. La Unión de los Mercados de Capitales es incluso más importante que el tema de la deuda común entre los Veintisiete. Ya no podemos darnos el lujo de toparnos con la resistencia de los Estados miembros. Si los Veintisiete siguen divididos sobre la Unión de los Mercados de Capitales, no podremos aumentar la inversión privada.
Usted menciona las inversiones europeas en bienes comunes europeos. ¿Puedes dar más detalles?
Después de la caída del Muro, hace treinta y cinco años, los europeos tenían una agenda ambiciosa: la moneda única y la reunificación de Alemania, que no se quedó sin ella. Hoy necesitamos una vez más un enfoque que nos permita combinar una visión geopolítica con solidaridad económica.
Por ejemplo, pedir prestado juntos para financiar nuestra defensa. Esto es algo que la Comisión ni siquiera ha propuesto por considerar que no sería realista. Pero podría serlo, si contribuye a nuestro papel geopolítico. En estos temas, Francia tiene un papel que desempeñar.
Después del Covid-19, los europeos se endeudaron juntos para financiar un plan de recuperación de 800 mil millones de euros. ¿Qué conclusiones sacas de esto?
Es un éxito. En 2021, permitió evitar, en los mercados financieros, una fragmentación de la Unión que habría sido económicamente devastadora. Esta es también la razón por la que Angela Merkel [entonces canciller alemana] aceptó esta idea de los eurobonos, que era inaceptable en ese momento.
Luego, estimuló la inversión pública, que como les dije, está en un nivel histórico. Finalmente, ha permitido un crecimiento más equilibrado entre el sur y el norte de Europa, donde, a grandes rasgos, la actividad suele ser más dinámica en el Norte.
Según sus previsiones, el déficit francés aumentaría hasta el 5,4% del PIB en 2026, tras el 5,3% en 2025 y el 6,2% en 2024. El gobierno francés espera un déficit del 5% en 2025. ¿Cómo explica esta diferencia?
La Comisión acoge con satisfacción los esfuerzos de Francia para reducir su déficit en 2025, pero cree que podrían pesar más sobre el crecimiento de lo que prevé París. Además, estima el coste de reembolsar la deuda en un importe superior al de Francia.
Virginie Malingre (Bruselas, oficina europea)
https://www.lemonde.fr/economie/article/2024/11/16/paolo-gentiloni-commissaire-aux-affaires-economiques-nous-vivons-la-fin-d-une-illusion-europeenne_6397019
Editado por los Papeles del CREM, 18 de noviembre del año 2024. Responsable de la edición: Raúl Ochoa Cuenca. [email protected]