Oscar Bianchi // ¿Parlamentarias en suspenso?

Los últimos días han sido de muchos conjeturas, opiniones y comentarios sobre la situación país y el proceso de elecciones parlamentarias convocado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) nombrado por el no reconocido Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Poco o nada se conoce de las máquinas de votación a ser utilizadas en el proceso electoral convocado.
Recordemos el incendio en los galpones de Mariche ocurrido el pasado mes de marzo, donde las anteriores autoridades informaron de la pérdida de 582 computadoras, 49.408 máquinas de votación, 400 boletas electrónicas, 22.434 inversores de corriente, 49.323 captahuellas y 127 boletas que iban a desincorporarse.
En el mes de julio, las autoridades del CNE anunciaron la adquisición de 15.000 máquinas de votación provenientes de China.
Por otra parte, en una nota de prensa Smartmatic desmieinte al Vicepresidente del CNE Rafael Simón Jiménez y afirma que "no tiene trato alguno con el CNE, ni con sus proveedores, ni con ExClé, la empresa integradora argentino-venezolana que provee el soporte al ente electoral en Venezuela desde el 2017".
La empresa aclara que el software de Smartmatic" no puede ser utilizado por el CNE, "por lo que el software a utilizar en la elección de 2020 con las nuevas máquinas compradas a otro proveedor no es el nuestro”.
Atendiendo a lo anterior, crecen las dudas en cuanto a la posible automatización de las elecciones parlamentarias 2020, además, hago referencia de que en las pasadas elecciones parlamentarias de 2015, se habilitaron 40.601 mesas electorales, lo cual indica un déficit de máquinas electorales solo para uso del día 6D que estarían en funcionamiento de 34.601 máquinas, sin mencionar las depositadas para contingencias y ferias electorales.
Este hecho se suma al exponencial incremento de la pandemia por Covid-19 en nuestro pais.
Según información declarada por el Infectologo Dr. Julio Castro:
"Es necesario ponerse serios, y probablemente en algunas zonas ponerse un poco más estrictos que en otras, o la epidemia seguirá avanzando. ¿Qué hicieron los países con un comportamiento similar? Imponer una cuarentena más estricta, no como la actual, donde circula alrededor de 30% de la población, sino una donde 90% esté en cuarentena. La única forma de evitar la propagación del virus es evitando el contacto persona a persona, no hay otra manera”.
Entonces, porque exponer más a la población a un riesgo de salubridad, ya son demasiados los problemas por los que atraviesan los venezolanos para agregar otro, ser expuestos a tal riesgo por seguir avanzando en esta locura de unas elecciones ya cuestionadas y no reconocidas por la gran mayoría de países del mundo desde su convocatoria.
Es prudente pensar con fervor humanitario y no por ambición de poder.
En los ensayos vistos y en las elecciones de República Dominicana se observaron muchos detalles que no se corresponden con lo recomendado en protocolos de bioseguridad.
Si existen cuadernos como los comúnmente manejados en todas las elecciones, muchos electores manipulan la misma hoja (apoyan sus manos para firmar y colocar huella digital).
La tinta indeleble es de mayor riesgo aún, pues ella no elimina el virus y todos los electores que asistan a una mesa introducen su dedo meñique.
No hay láminas fiberglass entre los miembros de mesa y los electores por tanto no hay distanciamiento social.
No sabemos el control de higiene que se tomará respecto de la máquina y la tarjeta magnética.
La manipulación de la cédula de Identidad, etc.
Considerando estos escenarios, no veo la necesidad de continuar y ruego a Dios porque abra el corazón y la mente, para que con serenidad, con responsabilidad, con respeto y consideración al pueblo venezolano, toque la sensibilidad de quien tenga la decisión de postergar este proceso hasta tanto existan garantías políticas, de salud y de convivencia en el país.