El diario plural del Zulia

Oscar Bianchi // Antes o después del 6E-2021

El pronunciamiento hecho por el presidente interino Juan Guaidó hace poco: "aspiro el 6E de 2021 estar en Miraflores" comenzó a crear polémica en el ámbito político y social.

Para muchos venezolanos esperanzados, queriendo aferrarse de cualquier rama para no seguir cayendo al enorme y profundo precipicio al que han llevado al país es un aliciente que produce una inmensa ilusión, al fin parece que el gobierno interino ha logrado la fórmula para lograr la salida del régimen.

Digo parece, puesto que desconozco al igual que todos, los mecanismos, estrategias y acciones para lograr tan ansiado anhelo.
Rogamos a Dios no sufrir otra decepción que quebrante la fe y esperanza que despierta el mensaje a un pueblo que siente cada día, con mayor fuerza, la trágica situación que han padecido por años todos los habitantes de nuestra patria.

Para otros, la cautela es su actitud, retumba en sus oídos ese: "Espero que en seis meses no esté Maduro", lo recuerdan como si fuera hoy cuando fue pronunciado en el año 2016 en las instalaciones de la Asamblea Nacional por el para entonces Presidente de la AN Henry Ramos Allup.

He ahí la cautela, la duda, la desconfianza en las palabras emitidas en el pasado y que ahora de parte de Juan Guaidó escuchamos en forma más o menos similar.

La desconfianza o duda pudiera estar en el desconocimiento de los planes que tiene el gobierno interino, pero, como siempre lo he dicho, no se pueden publicar las estrategias y acciones que se tomarán porque estaría preparado el enemigo. Eso lo dejo a los responsables directos y confío en que sean contundentes, viables y con resultados altamente positivos, tengamos paciencia.

Lo que si es claro, es que no podemos seguir inactivos, inmovilizados, algo debe ocurrir; de realizarse las elecciones parlamentarias, ignoro que será de la actual y legítima Asamblea Nacional, no confío ni considero eficaz, como la gran mayoría, en la figura de un gobierno en el exilio, necesitamos aquí un solo gobierno, un único Poder Moral y un Tribunal Supremo de Justicia, todos legítimamente constituidos.

Por otro lado, se suma el crecimiento de la crisis venezolana en todos los aspectos.
El desabastecimiento de combustible con los que ello acarrea, pudiera convertirse en un peligroso propulsor de situaciones no deseadas por los ciudadanos, pudiera ser un detonante de convulsión social sino se atiende a la mayor brevedad y por ahora no se vislumbra alguna solución en el camino.
No llegan tanqueros, no arrancan las plantas de refinación, parece alarmante la problemática actual, también ponemos nuestra fe en el Todopoderoso que en algún momento podrá resolverse y viviremos en paz, como debe ser.

En cuanto a la pandemia por Covid-19, ya es conocido por todos la situación en materia de salud ante el aumento de contagios del coronavirus, cada día se torna más agravante de acuerdo a las cifras que a diario anuncian desde el régimen.

Desde el punto de vista económico y social, la hiperinflación galopante, el desabastecimiento, la deficiencia en servicios públicos (agua, luz, electricidad entre otros), los paupérrimos ingresos con los que el trabajador y los pensionados deben hacer frente e ingeniárselas para adquirir alimentos y cubrir otras necesidades, solo tiene comparación con regiones con un gran retraso económico y social, ya parecemos africanizados.
Ante este escenario, se ha pedido suspender el proceso electoral convocado para el 6D y hasta ahora no ha habido respuesta.

Desde el plano internacional, más de 30 países que conforman el Grupo de Lima, el Grupo de Contacto Internacional, la Unión Europea y Estados Unidos firmaron y difundieron una declaración en la que se pide se establezca en Venezuela un gobierno de transición que lleve a elecciones presidenciales justas y libres.
Mediante la declaración también expresaron que unas elecciones parlamentarias por si solas no presentan una solución política para la situación en el país.
Es prudente no continuar con esta farsa electoral convocada para el 6D.

Hemos mantenido la tesis de que la situación caótica que atraviesa Venezuela encontrará viabilidad de solución cuando reconozcamos todos que es una crisis política, por tanto, la solución es un acuerdo político. El régimen ya agotó sus ideas, sus acciones para por lo menos paliar la situación, ya no le es posible, necesario es un acuerdo entre todas las partes (régimen y oposición) deponiendo actitudes soberbias, acordar la salida mediante ese instrumento que a voces pide el mundo: un gobierno de transición.

De mantener el régimen la terquedad, el gobierno interino debe enrrumbar todas las acciones internas en un verdadero pacto de unidad que incluya a todos los sectores politicos, las universidades, la iglesia, la sociedad civil, los gremios, etc., contando también con el apoyo internacional hasta lograr las condiciones para la salida del régimen y emprender la ruta por convocar las elecciones presidenciales, parlamentarias y demás, en justicia, en normalidad, con reglas claras donde el pueblo elija con libertad a sus representantes.

El tiempo corre, no se cuando ocurrirá pero tengo fe y confianza en el presidente interino Juan Guaidó y antes del 5E tendremos lo que todos aspiramos y a la cual tenemos derecho, una Venezuela libre y próspera.

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