Orlando Cuicar Morales | Toma de Constantinopla por los Turcos

29 de Mayo de 1.453 Fin de la Edad Media
Conquistador Mehmet II Sultán Turco con 21 años
Derrotado Constantino XI
El Sultán Murad II, máximo representante del Imperio Otomano, muere en Febrero del 1.451 y hereda el poder del Imperio su hijo Mehmed II, con apenas 19 años de edad, quien había soñado desde niño conquistar Constantinopla, capital del Imperio Romano de Occidente, su padre le había contado que esa conquista era inalcanzable, porque sus imponentes murallas dobles con 192 torres de protección, veintitrés metros de alto, con profundos fosos, elaboradas con la mejor ingeniería de la época, no era nada fácil ni siquiera de imaginar, pero Mehmed II, planificó, consulto, hizo cálculos y decidió enfrentar el reto.
Contrató una tropa elite de mercenarios llamados los Jenízaros, combatientes experimentados y busco a un húngaro que fabricaba cañones, y le hizo una jugosa oferta para que le fabricara varios cañones gigantes, desconocidos para la época, y entre ellos, inventaron el cañón dividido con las siguientes características: 18 ton/peso- 5,23 mts/largo- 0,635 mts./diámetro y reservorio de pólvora de 0,248 Mts/pólvora, y otros de 9 mts de largo. Con ingenio inusitado, trasporto los cañones sin ser vistos y rodeo por tierra pasando en la noche varios barcos rodando por encima de troncos para colocarlos en el frente de las murallas en el estrecho de agua del Bósforo.
El 7 de Abril del 1.453, comenzó el asedio, y 29 de Mayo cae Constantinopla capital del Imperio Bizantino, que fue una vez la Capital del Imperio Romano de Occidente, hoy Estambul. Constantinopla, también conocida como Bizancio, fue la capital del Imperio Romano de Oriente y uno de los centros políticos y culturales más importantes de la historia. Fundada por el emperador Constantino en el año 330 d.C. Esta ciudad se convirtió en un símbolo de grandeza y poderío.
La ubicación estratégica de Constantinopla en la península de los Balcanes, entre Europa y Asia, le otorgó una posición privilegiada en términos comerciales y militares. Su control sobre el estrecho del Bósforo le permitió controlar el paso entre el Mar Negro y el Mar Mediterráneo, lo que le dio un gran poder económico y militar.
Pero no solo fue su ubicación geográfica lo que hizo de Constantinopla una ciudad tan importante. También fue su rica historia cultural y política lo que la destacó. Durante siglos,
Esta ciudad fue el epicentro del arte, la literatura, la arquitectura y la filosofía.
Uno de los ejemplos más destacados de la grandeza cultural de Constantinopla es la construcción de la Iglesia de Santa Sofía, que más tarde se convirtió en una mezquita y actualmente es un museo. Esta obra maestra de la arquitectura bizantina es famosa por su cúpula central y sus mosaicos dorados, que representan escenas bíblicas y retratos de emperadores.
Otro aspecto importante de la grandeza cultural de Constantinopla fue su biblioteca, que alberga una vasta colección de manuscritos y textos antiguos y las grandes obras de los matemáticos y físicos griegos. La biblioteca de Constantinopla fue considerada una de las más grandes del mundo y atrajo a estudiosos de todas partes. Desafortunadamente, gran parte de su contenido se perdió durante el saqueo de la ciudad en 1204 durante la Cuarta Cruzada.
En cuanto a la política, Constantinopla fue el centro de un vasto imperio que se extendía por todo el Mediterráneo oriental y partes de Europa. Los emperadores bizantinos gobernaron desde esta ciudad durante más de mil años, enfrentando desafíos constantes tanto internos como externos. La ciudad fue testigo de intrincadas luchas de poder y alianzas políticas, así como de conflictos con pueblos vecinos y cruzados.
La caída de Constantinopla el 29 de Mayo de 1453 a manos del Imperio Otomano marcó el final del Imperio Bizantino y un hito importante en la historia mundial. Sin embargo, su legado cultural y político perduró, y la influencia de Constantinopla se puede ver en la arquitectura, el arte y las tradiciones de muchos países de Europa y Oriente Medio.
Constantinopla fue mucho más que una ciudad. Fue un centro político y cultural de gran importancia, cuya grandeza se reflejó en su ubicación estratégica, su historia cultural y su influencia política. A través de su arquitectura, literatura y gobierno, Constantinopla dejó un legado perdurable que aún se aprecia en la actualidad.
Una de las grandes debilidades del imperio Bizantino lo constituían las terribles discusiones bizantinas tipificadas por los enfrentamientos entre las iglesias católicas dirigidas por el papa y las iglesias griegas ortodoxas. El fenómeno religioso conocido como La Iconoclasia o Iconoclastia, o ruptura de las imágenes religiosas, destruyendo pinturas, y representaciones de santos y vírgenes entre estas las imágenes de Jesús, La Virgen María y todos los santos venerados por los fieles al catolicismo, conformaron los movimientos religiosos denominados los Iconódulos, quienes las reverenciaban sin considerarlas divinas.
La brecha producida, o cisma entre oriente y occidente no se hizo esperar. Los fieles multitudinariamente se dividieron y marcaron distancia entre las dos iglesias, debilitando el poder cohesionador de Constantino XI, el Papado católico se mostró inflexible hacia las posturas iconoclastas, que la vez la causó distanciamiento con la dinastía carolingia los monarcas franceses, distanciándose de Constantino XI.
También, la rivalidad existente entre Roma y Bizancio debido a diferencias litúrgicas, rituales y doctrinales alimentaban el distanciamiento y desconfianza hacia el monarca de Constantinopla. Un tema que fundamenta las discusiones bizantinas consistían en la discusión de la procedencia del espíritu santo y otra el sexo de los ángeles pintados en los frescos de capillas. Controversias que se resolvieron, no del todo, en el Segundo Concilio de Nicea (787). Las contradicciones y discusiones continuaron y estos contribuyeron al Cisma del 1.054, que separaron definitivamente las dos iglesias, la Católica Romana y la Ortodoxa Oriental. La lucha y el cisma, contribuyó, al poco interés en la Iglesia Católica Romana, en proveer ayuda y refuerzos oportunos a Constantino XI para repeler y derrotar el asedio de Mohamed II.
En resumen sintético, el final del Imperio Bizantino, con la sustitución del estandarte de la Santa Cruz de la Iglesia Católica que tremolaba en las alturas de la Basílica de Santa Sofía, por la media Luna Islámica ahora convertida en Mezquita musulmana, en territorio de Turquía, puso el fin a la Edad Media, entramos en la Edad Moderna y hoy a 481 años, el mundo occidental entró al postmodernismo comenzando con la 4ta Revolución Industrial y los conflictos religiosos continúan en sus carreras destructivas.
Con la entrada triunfante con la espada ensangrentada de Mohamed II absorto por la majestuosidad bajo el domo de Santa Sofía, los monjes, niños y feligreses entonaban con devoción el KiryE Eleison, canto gregoriano obligatorio cantado en todas las iglesias católicas al inicio de todos los actos litúrgicos desde la antigüedad; padre ten piedad………
Orlando Cuicar M. Economista-Licenciado en Filosofía Individuo de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia y profesor titular de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad del Zulia.
Editado por los Papeles del CREM, 29 de mayo del año 2024. Responsable de la edición: Raúl Ochoa Cuenca. [email protected]m
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