Niñez sin oportunidades, por Rubia Luzardo

Miles de niños en el país no están recibiendo su debida alimentación, algunos sólo en condiciones básicas para la subsistencia, es una realidad que el Gobierno difícilmente puede ocultar, y ya es algo común que extrapoló los sectores más desfavorecidos, es decir, la sociedad de clase media está experimentando lo que por muchos años vivieron las clases más pobres de Venezuela.
En el caso del Zulia observamos con asombro las noticias de niños provenientes de municipios foráneos en su mayoría, que perdieron la vida por desnutrición severa y falta de atención oportuna a su salud. Sin embargo, ya no tenemos que esperar ese tipo de casos fuera de la periferia del municipio Maracaibo, acá también hay zonas en las cuales los niños se están alimentando de manera precaria y en algunos casos se acuestan sin haber probado un plato en el día.
Entonces es ahí cuando decimos qué están esperando los gobernantes para sincerar las políticas sociales, ¿tendrá efectividad una bolsa de comida que llega de manera esporádica? ¿Es acaso el bachaqueo de alimentos lo que mantiene la escasez? ¿Cuántas familias pueden adquirir los productos de primera necesidad al costo actual? ¿Cuántos niños tendrán oportunidad de sobrevivir y progresar en su formación sin la alimentación? ¿Qué piensan las autoridades competentes en materia de Protección del Niño, Niña y Adolescente sobre esta realidad?
Según el Proyecto de Hambre de las Naciones Unidas, alrededor de 24 mil personas mueren cada día por hambre o causas relacionadas. Implicando que un 75% de esa cifra son niños. En Venezuela, según datos recogidos por el Observatorio Venezolano de la Salud, la desnutrición infantil se incrementó en el 2005 un 9% y para el primer trimestre del 2016, un 20%. Considerando que uno de los alimentos básicos y con menos acceso es la leche, aunado a ello se suma el incremento en los costos de la proteína cárnica, pollo, pescado, que hace cada día más difícil el consumo en la familia venezolana y zuliana.
Observando una niñez sin oportunidades cuando no se alimentan debidamente, situación que debe buscarse revertir para bien de todos, por cuanto estos niños tienen que importarnos, la sociedad no puede estar a espaldas de una realidad que nos afecta a todos como país, porque en los niños está el futuro de la nación y su ciudadanía, lamentablemente sabemos que un niño en situación de abandono quizás su futuro será incierto, no obstante, si se cuenta con el acompañamiento de una sociedad consciente de su realidad otra puede ser la historia del país.