Marlon S. Jiménez García | Estamos agotados pero no vencidos

El pueblo venezolano jamás, ni siquiera en las dictaduras de Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, ha tenido una situación tan engorrosa en todas las áreas del quehacer cotidiano que, se agrava en el transcurrir del tiempo. Este pueblo sufre de un agotamiento asfixiante que se manifiesta de manera superlativa en su integridad como persona. Pero podemos señalar que, más agotada está, digamos que a nivel inconmensurable, la tiranía en el poder. El término agotado, según la RAE tiene dos definiciones:
1.- Hacer que una cosa material o inmaterial acabe o llegue a su fin; se puede considerar, asimismo que esté acabado, gastado, destruido, consumido, malparado. En este caso, podemos afirmar se encuentra la tiranía en el poder; acabada en el campo de lo axiológico, porque la corrupción es el ángel de la cofradía del PSUV y es a la vez, la filosofía de acción del Estado desde el punto de vista estructural.
La tiranía reinante ha llegado al límite, no tiene nada nuevo que decir y se limitan a repetir la cantaleta del ”comandante eternamente enterrado” que engañó hasta al cansancio a los venezolanos. El régimen tiránico y el PSUV están ahogados por sus limitaciones, por su pasado y por su presente. Incapaz de afrontar el rechazo ciudadano que les acorrala; se mueven en el terreno irreal de la del engaño, de las medias palabras o del truco propagandístico; no tienen más remedio que creerse que eso va a funcionar o porque esa es la manera de alimentar a los ingenuos e ignorantes, que constituyen la maquinaria partidista, en la que todo el mundo cobra quince y último, o en cualquier misión.
La otra consideración de la RAE sobre el término agotado, 2.- Cansado, exhausto, fatigado, reventado, baldado, hecho papilla. En esta concepción nos encontramos los venezolanos; no hay descanso en la lucha para conseguir alguna manera las “tres papas” de la cesta alimentaria (salarios miserables acompañados de una inflación galopante), la lucha es titánica y lamentable; más del 85 por ciento de los venezolanos consume hoy menos comida que hace 24 años atrás; es decir, hoy existe de manera tangible en esa misma proporcionalidad: desnutrición y pobreza crítica; la encuesta social realizada por la UCAB (ENCOVI) es dramática en sus resultados y en fracaso rotundo del régimen tiránico..
El país, a pesar de las mentiras de los GOEBBELS del USURPADOR3 y también de sus tarifados (muchos pseudos opositores) está avanzando en ritmo vertiginoso hacia el abismo inmenso e infinito, propios de sus políticas de involución y NO avanza, en ningún sentido, ni siquiera a paso de “tortuga”; los indicadores sociales y económicos nacionales e internacionales de nuestra realidad, así lo determinan, cuestión que la propia realidad del régimen tiránico nos lleva a un agotamiento generalizado: los apagones están en un grado superlativo en el deterioro en calidad de vida de los habitantes de todo el país, pero con un énfasis ex profesamente desmedido en el Zulia y en todos los Estados de los andes venezolanos, y lo peor, es que no hay NINGUNA respuesta de las instituciones del Estado a resolver ni siquiera en el largo plazo este problema.
En igualdad de condiciones está la población con las limitaciones y restricciones permanentes con el servicio de agua potable que, ha despertado la “mafia de los transportistas del agua y funcionarios del régimen tiránico” para expoliar al pueblo con la venta del preciado líquido en precios realmente exorbitantes.
La educación colapsa irremediablemente y al ministro de educación, se le ocurre es la brillante idea: “de recomendare a los maestros que salgan a vender frutas y verduras” para “bandear su situación económica”; es decir, la prioridad es otra cosa, por ejemplo mantener con beneficios de mucha calidad de vida a militares, policías y mercenarios de otro países para defender al régimen tiránico. aunado al ROBO descarado del USURPADOR3 de las prestaciones sociales de los trabajadores, convertidas en cenizas por la abolición del derecho del trabajo, tanto en el Derecho Individual como en el Derecho Colectivo.
Si algo ha quedado claro, es que la sociedad venezolana se cansó. El ROBO DESCARADO EN FLAGRANCIA de las elecciones presidenciales, hacen un impulso como el relámpago del Catatumbo para que los días por venir, sean fechas históricas; el reto de cambio lo afrontaremos llenos de ilusión. Somos nosotros y no el Estado tiránico en el poder, quienes debemos decidir sobre nuestro futuro, sobre qué estados políticos y jurídicos queremos; sobre el modelo económico que queremos fomentar; qué tipo de sistema público queremos y qué servicios sociales queremos. El agotamiento es verdad; pero también, es verdad que es generalizado el deseo de SACAR del poder al USURPADOR3 y toda esa cofradía tiránica que le acompaña. Recordemos a Pericles, político Ateniense. “QUIEN NO SE PEOCUPE POR LA COSA PUBLICA, NO LO PODEMOS LLAMAR PASIVO, SINO INÚTIL”.