El diario plural del Zulia

Marlon S. Jiménez García | El usurpador y su resuello final

El USURPADOR Procubano, está en un trance psico - patólogico de difícil pronóstico que, acelerará su inminente salida del poder; esa salida va a ser apocalíptica, también será para los comunistas, fascistas y mafiosos que en su conjunto han constituido junto a él, una manada de criminales que, han tenido como centro de acción la “hecatombe moral”, jurada y cumplida contra el “núcleo central de la sociedad venezolana”. Ese ataque visceral incoado contra seres humanos amantes de la libertad y la democracia que, el único delito que han ejercido en la sociedad es oponerse a su desmedido afán de perpetuarse en el poder, no tiene parangón en el razonamiento de una persona racional y consciente de su verdadero rol político y social. Sólo mentes macabras son capaces de generar tanto daño y, luego con su cara e tabla bien puesta salen con su paripé a buscar votos en el pueblo y a ofrecerle villas y castillos, cuando lo que han recibido son cárceles y torturas, además del hambre, la miseria y la muerte que los ha acompañado en estos 24 años de gestión revolucionaria.

Cuando la muerte ronda, los espíritus “buenos o malos” se manifiestan de distintas maneras. Cuando es de un espíritu malo, los espacios se reducen a su más mínima expresión; la esperanza no solo la pierde el moribundo, sino quienes lo acompañan. Dicen que cuando un “espíritu malo” actúa de manera insoslayable las consecuencias son dramáticas, y si estas se desarrollan, lógicamente, sin la presencia de Dios, son irreversibles.

El “Inquilino del Averno” en su relación íntima con los cubanos, después de haber sido, según Elena Frías de Chávez, una persona ligada a la iglesia católica, comenzó a tener contactos con sectas satánicas como: babalaos, paleros, lukumi, entre otras, en Cuba. Por influencia determinante de Fidel y de Raúl, se adentró en el mundo del sincretismo religioso y aceptó un camino que lo llevó a su destrucción moral, psíquica y física; sin proponérselo, aceptó un espíritu malo a nivel de su conciencia y de sus acciones. La obsesión por el poder que llevó a cabo, asolando todo a su paso, sin consideración ni misericordia por los afectados, es el dominio que los malos espíritus ejercen sobre las personas con el fin de enseñorearse de ellas y someterlas a su voluntad por el placer que experimentan causando daño.
El espíritu malo es perverso y dañino, arrastra a la persona como si la tuviera dentro de una red, paralizada a su voluntad, le obliga a cometer extravagantes, a pesar suyo; en una palabra, le magnetiza, le produce la catalepsia moral, y entonces el individuo se convierte en ciego instrumento de los gustos del espíritu.

El USURPADOR procubano, quien vivió y se formó en Cuba durante más de 14 años está metido hasta los “tequeteques” y asumió por mandato de los satánicos cubanos, las normas preestablecidas, antes de la muerte de Chávez, el creador y fundador del régimen maligno; y siguió, con el espíritu malo que ya tenía previamente incorporado, al pie de la letra, esas malvadas indicaciones. De allí ese trato malévolo y satánico con la sociedad en general, ya que ésta con la fuerza indetenible del soberano y con el apoyo inequívoco de Dios tiene al espíritu malo, moribundo, casi en su resuello final.
El 22-O marcó un estadio de renovación en el contexto global: político, económico, social, ético, religioso y una victoria indiscutible del “espíritu bueno”. La Sociedad opositora de manera integral tiene que cumplir el papel señalado inequívocamente de presionar al régimen maligno para consolidar la candidatura presidencial de María Corina Machado, a la cual le teme el espíritu malo; lograr la reconciliación nacional, para coadyuvar en la paz y las libertades ciudadanas y construir una Venezuela, con un nuevo viraje en lo económico, de prosperidad y progreso, es la meta final.
Para ello, es indispensable construir una verdadera oposición en Unidad Nacional (trascendental, no numérica), sin mezquindad, sin odios ni rencillas que permita la salida de los “espíritus malos” del poder para que llegue a reinar el progreso, la libertad, obviamente, con un sistema de gobierno auténticamente democrático y de verdadera Justicia Social. Estamos pronto por alcanzarlo, solo falta el coraje y la valentía que ha mostrado María Corina junto a su pueblo, para enfrentar el “espíritu malo”. El 28-07 será la muerte del régimen; del moribundo, esperamos su resuello final. VIVA el espíritu bueno.

Profesor Universitario
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