La mirada del futuro por Francisco Arias Cárdenas

En la complejidad del servicio de gobierno, con su multiplicidad de objetivos, es fundamental mantener la visión enfocada en lo que es trascendente, sin menoscabo de la función cotidiana. En medio de todas las contingencias, debemos mantener nuestra atención serena y el apoyo firme en algo tan sagrado y vital para nuestro futuro como país, como es la población infantil y juvenil.
La forma en la cual hemos rescatado, protegido y fomentado a la Fundación Niño Zuliano es una consecuencia de ese compromiso. Esta semana vivimos la alegría de ver graduarse a mil 24 niños y niñas de los 23 Centros de Educación Inicial que tenemos desplegados en toda la extensa geografía de nuestro estado. Es en esa etapa inicial donde se aprenden los fundamentos de lo que habrá de ser el comportamiento como ser social, y se adquieren herramientas cognitivas para el desarrollo del ser en la producción material y espiritual.
La población menor de 19 años en el Zulia –nos dice el INE– constituye un tercio del total; de allí que nuestros desvelos vayan dirigidos a su bienestar, no sólo en oportunidades de estudio básico, técnico y universitario, sino también en salud, deporte, en artes. Al tiempo que reparamos y reabrimos escuelas estatales cerradas por más de una década, atendemos a los atletas, les dotamos de instrumentos y canchas, fomentamos orquestas infantiles y juveniles, programas de salud preventiva.
El Zulia, el estado con mayor porcentaje de población, es fronterizo y como tal, ha sentido con especial impacto los efectos de la guerra económica, que es, al final de toda la cadena de causales, un resultado de pérdida de valores, como el amor por la Patria y por el prójimo. Es por ello que todos los afanes, todos los recursos dedicados a edificar mentes, cuerpos y almas de buenos ciudadanos, son la mejor inversión. Esos rostros inocentes, esas miradas alegres, cariñosas y confiadas, son la visión de un futuro mejor y la más grata de las recompensas por el trabajo diario. Son, en suma, la razón para el compromiso con Venezuela.