El diario plural del Zulia

La ganadería zuliana “al paredón”, por Werner Gutiérrez Ferrer

Más de una década ha transcurrido desde el inicio de las invasiones, confiscaciones y expropiaciones de fincas ganaderas dentro del proceso anárquico de demarcación de tierras y hábitats indígenas aplicado por el gobierno de Hugo Chávez en la Sierra de Perijá, municipios Rosario y Machiques de Perijá, estado Zulia.

Aún está fresco en la memoria del zuliano la amarga experiencia narrada en la revista Gadema (año 5, número 11 del 2008) vivida por Noé Machado del Fundo el Ceilan en el año 2000, quien “fue conminado en un juicio popular, con presencia de funcionarios de la Guardia Nacional a abandonar su finca en apenas horas. Luego fue herido con una echa en un hombro”.

También recordamos la tragedia de la familia Chacín, quienes perdieron 50 años de trabajo en la Finca Paja Chiquita cuando su propietario Neuro Chacín en el 2004 “fue obligado afirmar un acta con los indígenas, quienes le dieron cinco días para retirar el ganado y las maquinarias”. Pero las acciones vandálicas de un reducido grupo que en nada representa a la etnia Yukpa, asociados a grupos irregulares armados, no solo se circunscriben a esas dos fincas, otras haciendas destruidas son La Gran China, Maracay, Medellín, Cusare, Brasil y El Capitán entre tantas otras.

Reconozco como justa la reclamación por parte de los pueblos indígenas originarios, sobre su derecho a poseer control sobre los territorios que ocupaban a partir del momento que se inicia las discusiones de la demarcación. Sin embargo, rechazo las acciones cobardes de estos grupos violentos, quienes amparados en la impunidad concedida desde el Gobierno, han originado una merma de aproximadamente 600 mil litros de leche diarios en el eje Villa del Rosario - Machiques de Perijá.

La más reciente acción de este grupo de delincuentes se ejecutó contra la finca Los Paredones del municipio Rosario de Perijá. Su propietario Nepson Villalobos ha denunciado junto a Fegalago, el robo de más de 400 reses y el desmantelamiento total de su finca luego de una invasión de más de tres meses ejecutada bajo la mirada complaciente de las autoridades regionales y nacionales.

Una finca más que es destruida. Una familia más que es colocada en el “paredón de fusilamiento” y llevada a la ruina por hampones que continúan sin castigo alguno.

Hoy recordamos aquella lapidaria frase de la ministra para asuntos indígenas Nicia Maldonado en agosto del 2008: “Alguna generación debe pagar lo que hace 500 años se hizo con los antepasados indígenas, y le toca a esta, en particular pagarlo”. Hoy 31 millones de venezolanos sin acceso a dos alimentos tan esenciales como lo es la carne y la leche, tenemos plena conciencia que a todos nos ha correspondido pagar las duras consecuencias de las atrocidades cometidas por el gobierno Chávez - Maduro sobre una de las zonas productoras de leche y carne más pujante de Venezuela, modelo de la ganadería tropical del mundo.

 

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