Eduardo Martínez | 4F: Los muertos que no se olvidan

El 4 de febrero es una fecha nefasta. La cuota inicial de una jornada criminal que en pocas horas se llevó la vida de cientos de venezolanos.
Luego seguiría un proceso de involución democrática que nos ha llevado a la crisis que hoy padecemos en Venezuela. Transformando lo que parecía un episodio eruptivo de un día, en una especie de enfermedad endémica que lleva 32 años.
Esos primeros minutos del 4 de febrero de 1992, han perturbado la vida de los venezolanos. Muchos de ellos, han emigrado en una cifra que supera los 8 millones y medio de compatriotas. No han aguantado lo que aquella madrugada y las horas que siguieron han logrado en 32 años: miseria, ausencia de oportunidades, persecuciones, pérdida masiva de los patrimonios familiares, cárcel, exilios, confinamientos, oscuridad electoral y oscurana eléctrica, entre otros males.
Sin exagerar, se puede afirmar que nuestro futuro ha retrocedido 100 años. La vida se ha retrotraído a niveles de los años 20 del siglo pasado. El 4F nos atornilló a un siglo del cual no hemos podido salir.
Siempre recordaré los asesinados de esos primeros momentos. Ocurrieron en las inmediaciones de La Casona y el Palacio de Miraflores. La noticia fue titular de primera página en los principales diarios al día siguiente.
Sus nombres son: los patrulleros de la Disip Edicto Rafael Cermeño Joves, Jesús Rafael Oramas Maíz y Gerson Gregorio Castañeda, así como Jesús Aponte Reina, agente de la Policía Sucre (La Casona en La Carlota); y, Noelia Lorenzo Parada, una niña de 9 años, quien recibió una bala FAL en la cabeza, cuando los insurgentes iniciaron la toma de Miraflores, mientras Noelia dormía.
Esos fueron los asesinados en los primeros momentos según reportó la prensa capitalina.
Días después conoceríamos los detalles. De los agentes de la Disip caídos en los alrededores de La Casona, el caso más dramático es el del funcionario (Disip) Jesús Rafael Oramas Maíz. Herido en el intercambio de disparos, sería rematado cuando tenía sus brazos alzados en señal de rendición. Lo que quedó demostrado, por tener perforaciones de bala en las axilas. Así murió. Así se vio en las fotos que publicó el diario El Nuevo País.
Esos cuatro venezolanos son las víctimas precursoras de lo que ha venido después.
¿Celebrar el 4F? Solo mentes perversas pueden celebrar.
Lo que si podemos hacer es recordar, al menos, el listado (parcial) de víctimas con el cual Israel Álvarez de Armas presentó un escrito ante el Tribunal Supremo de Justicia(TSJ) en el año 2011.
En ese documento, denuncia al “Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías, por la presunta comisión de los delitos de Homicidio Calificado en grado de autor intelectual o determinador en perjuicio de varías personas, con ocasión de los sucesos acaecidos los días 3 y 4 de febrero de 1992, Privación Ilegítima de Libertad en perjuicio del ciudadano Coronel (Ej) Marcos Yánez Fernández y del Sargento Segundo Yajure Álvarez, así como “Intento de Homicidio” en perjuicio de este último y Hurto Agravado de vehículos pertenecientes a la Nación y de Armas de Guerra, en grado de autor intelectual o determinador”.
Los asesinados
(copia Textual a continuación)
Que en la misma fecha de los hechos por los cuales fuera imputado, Sobreseído su causa, y eventualmente Amnistiado por tal delito de REBELIÓN MILITAR, el Teniente Coronel (Ej) HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRÍAS, fallecieron producto de este hecho, las siguientes personas:
Civiles:
Noelia Lorenzo Parada, Tenia 9 años de edad. Recibió una bala de FAL, en la cabeza cuando los Insurgentes iniciaron la toma de Miraflores, vivía en la Avenida Sucre era una alumna brillante del Colegio Teresiano de la Castellana. Era la hermanita mayor de tres niñas de una familia Uruguaya, era también una excelente alumna en la Escuela, hoy tendría 28 años de edad.
Echarta Gaizka. Tenía 20 años y era estudiante de Ingeniería. Recibió una bala de FAL cuando los insurgentes iniciaron el asalto a la Carlota.
Migdalia Antonia Delgado de Marquina. Tenía 30 años y era Dirigente Estudiantil. Recibió un disparo de FAL en la cabeza, disparado por los rebeldes en la Base Aérea La Carlota, su hijo de 3 años recibió una herida rasante de FAL en la cabeza. Dejó otro hijo en aquel entonces de 6 años. Era hija del Jefe Civil de Chacao.
Hugo Orlando Villarte Mejías. Tenía 40 años, Trabajador de la Torre La Primera. Muerto a balazos por francotiradores en el “23 de Enero”.
José Enríque Ordaz. Tenía 44 años, era Escenógrafo de Arte TV, recibió un balazo en la espalda cuando militares insurgentes dispararon repetidas veces desde el Museo Histórico Militar en la parroquia “23 de enero” durante la revuelta del 4 de febrero, falleció el día siguiente en el Hospital Militar.
Funcionarios Policiales en cumplimiento del Servicio:
Gerson Gregorio Castañeda, tenía 26 años y era Agente de la DISIP adscrito a la División de Patrullaje Vehicular, muerto en la Casona cuando Insurgentes atacaban las casas aledañas a la Residencia Presidencial.
Edicto Rafael Cermeño Joves. Agente de la DISIP, muerto en la Casona (sic).
Jesús Rafael Oramas, tenía 30 años y era Agente de la DISIP, adscrito a la División de Patrullaje Motorizado, resultó muerto a balazos en la Casona.
Jesús Aponte Reina, tenía 21 años era Agente de la Policía Municipal de Sucre, falleció al recibir un impacto neto de Montero cuando los Insurgentes atacaban las residencias aledañas a la Residencia Presidencial de la Casona.
José Aldana, Cabo II de la Policía Metropolitana, muerto a balazos por los Tupamaros en la Cañada, Parroquia “23 de enero”.
Franklin Alexis Vega, Agente de la Policía de Valencia, Estado Carabobo.
Wilmer Díaz, Agente de la Policía de Valencia, Estado Carabobo.
Efectivos Militares:
Deivis Peña Juárez, Cabo Segundo de la Guardia Nacional
Elio José Gamboa, Cabo Segundo, Guardia de Honor.
Miguel Escalona Arriechi, Guardia de Honor.
Jesús Alberto González, Guardia de Honor.
Julio Peña Labrador, Guardia de Honor.
Jesús Santiago, Capitán (Ej).
Fernando Cabrera, Subteniente (Ej).
Pablo Linares, Sargento Técnico (Arv)
Celso González, AT de la Aviación.
Salas Ramírez, Soldado
José Ramón Noguera, Soldado (Ej).
José Nieves, Soldado (Ej).
Jesús G. Rodríguez, Distinguido (Ej).
Luis García, Distinguido del (Ej).
Guerras Montes de Oca, soldado (Ej).
Hernández Herrera, soldado (AV).
Cesar Castillo, soldado (Ej).
Wilmer Molina, Soldado (Ej).
Como es de imaginarse, la Sala Plena del TSJ, a solicitud de la “Fiscala” Luis Ortega Díaz, y en ponencia del magistrado Omar Alfredo Mora Díaz, decidió y así sentenció la “desestimación” de la denuncia interpuesta por Israel Álvarez de Armas.
Además, la sentencia ordenó “la devolución de las actuaciones al Ministerio Público, a los fines de su archivo definitivo, de conformidad con lo previsto en el artículo 302 del Código Orgánico Procesal Penal y el artículo 114 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia”. Con lo que quedaron archivados estos crímenes del 4F.
Es de reconocer que la sentencia contó con el Voto Salvado de la magistrada Blanca Rosa Mármol de León.
Treinta y dos años después, el foco infeccioso no ha sido erradicado. Y las víctimas no han recibido justicia, sino por el contrario una simple desestimación de sus casos y posterior Easwebside.com archivo. Asesinados de nuevo, esta segunda vez por la justicia del régimen, sus victimarios han gozado por 25 años de los privilegios y honores de sus acciones.
Fuente citada: Expediente Nº AA10-L-2011-000433, del TSJ del 11 de julio del 2012.
El autor de este trabajo es el Ing Eduardo Martínez, editor del portal Easwebside.com.
Editado por los Papeles del CREM, el 6 de febrero del año 2025. Responsable de la edición: Raúl Ochoa Cuenca. [email protected]
|