Edgar Benarroch | Cuidado con una vaina

Por estar ante un régimen que no se para en violar la Constitución de la República y es capaz de todo sin límite de ninguna naturaleza, que a dicho que “no entregarán el poder con votos ni con balas” y que están dispuestos a defender esta revolución “con las armas”, tenemos derecho a imaginarnos cualquier escenario. Dios quiera no se les ocurra darle un palo a la lámpara, a la democracia y desconocer la voluntad popular que se expresará este 28 de julio.
Desde 1958 y hasta 1998, se produjeron en el país cambios de gobierno, de un partido a otro distinto y a nadie se le ocurrió ni siguiera imaginar nada distinto a la civilidad y a la democracia. Eran partidos inmensamente democráticos y respetuosos y el país sabía que todo se resolvería de acuerdo a nuestra Constitución. Eran gente decentes y respetuosas de la voluntad popular que reconocieron y entregaron el poder a Hugo Chávez que no tenía representación en ningún organismo electoral.
Dios quiera al régimen no se le ocurra la bestialidad de pretender desconocer la voluntad popular, quedaríamos separados del concierto de las naciones libres del mundo y nos reduciría a la lamentable y execrable situación de estar encerrados en el cuarto obscuro nauseabundo de los regímenes dictatoriales y además produciría en nuestro país gravísimas consecuencias que lamentaríamos por el resto de nuestros días.
El llamado es a no desafiar la furia popular con acciones inconstitucionales, porque encontrarán a un pueblo enardecido y dispuesto a todo en las calles de todo el país para defender su victoria y triunfo. Cuidado, mucho cuidado con una vaina.