Carlos Alaimo | 4-F 1992: El Apocalipsis venezolano

Una campanada a la democracia ha podido señalar ese acto de rebeldía que se engendra en las fuerzas armadas una década antes de ocurrir el fracasado golpe militar que cobra su victoria casi 7 años después con la llegada de Hugo Chávez al poder en 1998.
La ambición desmedida de una clase social bien identificada que, que aún no pide perdón por su acto conspirativo, fue el caldo de cultivo para que un grupo de soldados venezolanos asaltaran el poder por la vía de las armas.
Aquella insurrección desleal, convertida luego en poder, desmembró incluso un espíritu democrático que había sido capaz antes de luchar y deponer una dictadura en 1958 y abrir el camino a la modernidad.
Y sí, como siempre era una democracia perfectible, que también se había degradado así misma, que sus grandes fallas habían derivado en una reacción popular de saqueo y desesperación como “El Caracazo” de 1989, pero que las mismas instituciones democráticas habían logrado contener.
La popular telenovela “Por estas Calles”, de Radio Caracas Televisión, Rctv, fue una oda al resentimiento e influyó, con sus altísimos ratings, en la memoria de un colectivo que ya poco confiaba en el sistema democrático. Se le sumaron otros medios importantes nacionales de los denominados “4to Poder”. Asimismo un sector económico que pretendió extender su poder al escenario político.
La destrucción de la nación comienza precisamente ese 4 de febrero de 1992. Ese día sonó el pistoletazo de salida con el que comenzaría una vertiginosa carrera para convertirse en uno de los países más pobres del mundo y que escaló al mayor éxodo de la historia en la región. ¿Quién se lo hubiera imaginado? Ni siquiera los propios militares actores de esa jornada lograron visualizar el nivel de destrucción del país expresada en sus indicadores socioeconómicos. Frustrados deben sentirse los mismos y en nada deberían de festejar esta fecha que resultó ser una triste y fracasada aventura.
Los ciudadanos venezolanos tenemos una alta responsabilidad en la refundación de la República perdida. Tenemos enfrente a un modelo que gobierna el país en una eterna conspiración para someter a familias, niños, jóvenes, abuelos, empresarios, científicos, universitarios, médicos, maestros, obreros. Y además logran acuerdos con sectores que se han vendido como oposición, pero que solo representan sus mismos intereses.
Es la toxicidad cubana a los niveles más altos. Así operan en la isla, vigilando, atropellando, aterrorizando y encarcelando desde hace mas de 66 años. Y asi lo hacen en nuestro país. Los venezolanos debemos tener claro que estamos en la obligación de conocer a los actores políticos para que estos escenarios como el 4 F no se repitan jamás.
Es necesario motivar a los ciudadanos que aman el trabajo, cultivan el talento y tienen valores a que den un paso adelante para sustituir a estos apátridas traficantes del poder.
Solo una empresa civil a escala nacional e internacional de ese tipo, puede crear las condiciones de un cambio profundo. Hablamos de nuevas estrategias, de nuevas oposiciones, de nuevos actores. Son pasos necesarios para rescatar el grito del 28 de julio de 2024 cuando, por un último aliento de la democracia, el pueblo mostró al mundo su rechazo al Miraflores de hoy. Debían hacer la comparsa democrática con un acto electoral, y les salió el tiro por la culata pese a los atropellos.
Hay un claro rechazo a los ideales del 4F y ganas de abrazar el llamado de un liderazgo valiente y honesto como el que representa María Corina Machado. Que Dios ahora nos acompañe en esta nueva etapa de lucha política para hacer posible que podamos enterrar esta apocalíptica fecha que trajo desolación y destrucción a una nación no tan solo rica en bienes, sino también en valores.
A los hombres y mujeres que aman la justicia, los derechos humanos y la libertad, nos toca reinventarnos y ver cómo el Ave Fénix hace que la nación renazca desde las cenizas.
El autor de este trabajo, Carlos Alaimo es médico cirujano egresado de la Universidad de los Andes de Venezuela, fue por muchos años dirigente del partido Social Cristiano Copei.
Editado por los Papeles del CREM, el 6 de febrero del año 2025. Responsable de la edición: Raúl Ochoa Cuenca. [email protected]
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