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Beatriz Pineda Sansone | "Convertir es siempre liberar"

“Convertir es siempre liberar" se entrelaza profundamente con la concepción de héroe que Saint-Exupéry desarrolla en sus obras. Para él, el héroe no es simplemente alguien que realiza actos de valentía, sino alguien que se transforma constantemente, que se supera a sí mismo y que se libera de sus limitaciones para servir a un propósito mayor.

La frase de Saint-Exupéry "convertir es siempre liberar" es profunda y evocadora, especialmente en el contexto de su obra "Piloto de Guerra", escrita en 1942. Para comprenderla a cabalidad, es necesario analizarla desde diferentes perspectivas:

Saint-Exupéry utiliza la metáfora de las piedras para ilustrar su punto. Una piedra suelta es simplemente un objeto inerte, mientras que una piedra convertida en parte de una catedral adquiere un significado y una función dentro de un todo mayor. La piedra, al transformarse, se libera de su estado aislado y se integra a algo más grande y significativo.

La transformación no es solo física, sino también espiritual y existencial. Cuando una persona o una cosa se transforma, se libera de sus limitaciones y revela su verdadero potencial. Es como si se quitara una capa, permitiendo que brille una luz interior.

Si analizamos el contexto histórico y personal de Saint-Exupéry, apreciaremos la experiencia de la guerra como piloto, así como la transformación que provoca en las personas. La guerra puede ser una fuerza destructiva, pero también puede ser una fuerza transformadora, obligando a las personas a enfrentar sus miedos y a descubrir su valor.

A lo largo de su vida, Saint-Exupéry buscó un sentido más profundo a la existencia. La transformación, para él, era un camino hacia esa comprensión. Al convertir sus experiencias en palabras, estaba liberando no solo sus emociones, sino también un significado universal.

“Soy el más fuerte si me encuentro a mí mismo”, expresó Saint-Exupéry (“Piloto de Guerra”), y se aplica a cualquier proceso de crecimiento personal. Cuando superamos un desafío, aprendemos algo nuevo o cambiamos nuestra perspectiva, estamos experimentando una transformación que nos libera de limitaciones anteriores.

La creación artística es un acto de transformación. El artista toma materiales e ideas y los convierte en algo nuevo y original, liberando así su imaginación.

El héroe para Saint-Exupéry es un individuo que, a través de diversas pruebas y adversidades, logra trascender sus propios límites. Al enfrentar el miedo, la soledad o la adversidad, se renueva y se hace más fuerte.

El héroe no busca la gloria personal, sino que pone sus habilidades y su valentía al servicio de los demás. A través de sus acciones, inspira a otros a transformarse y a encontrar su propio camino. El héroe se compromete con una causa mayor que él mismo. Esta dedicación lo lleva a realizar actos de gran valor y a convertirse en un ejemplo para los demás.

En este sentido, la transformación es la esencia, el motor que impulsa al héroe.

Saint-Exupéry era un maestro de la metáfora, y utilizaba el lenguaje de manera poética para expresar ideas complejas. Además de la imagen de la piedra que se convierte en parte de una catedral, encontramos otras metáforas recurrentes en su obra: el viaje es una metáfora central en la obra de Saint-Exupéry, representando tanto la libertad como la búsqueda de lo desconocido. Todo viaje es iniciático. De modo parecido una iniciación no deja de ser un viaje, expresó Michel Onfray. El piloto, al elevarse por encima de la tierra, adquiere una nueva perspectiva y se transforma a sí mismo; la semilla representa el potencial latente que existe en cada individuo. A través de la experiencia y el crecimiento, la semilla se transforma en una planta fuerte y resistente; la imagen del niño perdido en el desierto puede interpretarse como una alegoría del viaje iniciático, un proceso de transformación personal a través del cual el piloto adquiere una nueva comprensión del mundo y de sí mismo. En este sentido, el desierto representa la soledad y la adversidad.  Es un escenario de pruebas donde el niño debe superar obstáculos y desafíos para sobrevivir. Un lugar de transformación a través de estas experiencias, el niño se transforma, adquiriendo una sabiduría y una madurez que antes no tenía.

La idea de "convertir es siempre liberar" es una de las claves para comprender la obra de Saint-Exupéry. A través de sus personajes y sus metáforas, el autor nos invita a reflexionar sobre la importancia de la transformación personal y de la búsqueda de un sentido más profundo a la vida.

Beatriz Pineda Sansone, ensayista residente en Barcelona, España.

Editado por los Papeles del CREM, 5 de enero del año 2025. Responsable de la edición: Raúl Ochoa Cuenca. [email protected]

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