Venezolano Marcos Jubes viaja a Ucrania en un camión de bomberos con alimentos y medicinas [+Fotos]

Empujado por un sentimiento de injusticia, Marco Jubes, escalador venezolano, viajó a hasta Ucrania desde Barcelona, para ofrecer su ayuda a los refugiados en el marco de una guerra que se libra en ese país, antiguo miembro de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), tras la invasión de tropas militares ordenada el pasado 24 de febrero por el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
He cruzado la frontera y soy consciente de que he entrado en un territorio en guerra. Me preguntaba por qué me arriesgaba. No tengo intención de ser ningún héroe. Simplemente el sentimiento de injusticia me ha llevado hasta aquí", explicó.
Jubes tiene 38 años, es caraqueño y vive en España desde hace casi 20 años. Es una referencia mundial en escalada. Su primer logro fue en 2002 cuando conquistó el campeonato sudamericano.
Jubes contó con el apoyo incondicional de su pareja, Aukje van Weert, quien no ha podido viajar junto a él, pero coordinó gran parte de la acción que está en marcha.
Marco recorrió parte de Europa con un antiguo camión de bomberos y un remolque que llenó de bienes de primera necesidad como medicamentos, ropa, alimentos y mantas.
Primero paré en una ciudad en la frontera entre Polonia y Ucrania, donde ya dejé material de ayuda. Posteriormente entré en Ucrania y estoy en Lviv. Aquí la situación es relativamente tranquila. Hay toque de queda y no se puede salir de casa a partir de las 22:00 horas (10:00 p. m.) o no se puede vender alcohol, por ejemplo, pero nada que ver con lo que está pasando en la mitad este del país", sostiene.
Además, abrió un crowdfunding para recaudar fondos.
Con estas acciones consiguió movilizar a la comunidad escaladora europea, que se ha solidarizado desde el primer momento, mostrando su apoyo al pueblo ucraniano.
Voy a estar aquí un par de semanas. Después tengo compromisos laborales. De regreso voy a Holanda, donde vive mi pareja. Si alguien quiere venir conmigo veremos cómo lo podemos hacer. Viajé solo hasta aquí y por el camino me iba encontrando a muchos vehículos de ayuda, sobre todo alemanes, pero también muchos españoles. Me di cuenta de que no estaba solo, que mucha gente había pasado a la acción", sentencia.