"Un beato en Wynwood", el mural que realiza Edo ilustrado en honor a José Gregorio Hernández
Entre el colorido de Wynwood, pintoresco barrio de Miami que exhibe obras de los artistas más reconocidos del mundo, se comienza a ver un mural que atrapa la mirada de los venezolanos. Son cuatro figuras del "Médico de los Pobres", José Gregorio Hernández.
La devoción por el pronto beato venezolano se extiende por el mundo y llega al distrito estadunidense gracias al caricaturista Eduardo Sanabria.
Desde hace tres días, el caricaturista, conocido en las redes como @edoilustrado, desarrolla la pieza a gran escala donde se aprecia a José Gregorio de cuatro formas; la primera con su tradicional bata blanca y corbata, seguido de una ilustración con un traje y sombrero negro. En una tercera imagen se aprecia con un mono y gorro médico celeste.
La fachada, ubicada en la calle 25 con 5° Avenida, finaliza con un José Gregorio vestido de pantalón, sombrero y franela negra donde reposan ocho estrellas blancas en representación de la bandera de Venezuela.
Sanabria títuló la obra en su Instagram como "Un beato en Wynwood" y ha compartido todo el desarrollo de la majestuosa pieza que empieza a causar reacción en usuarios de las redes sociales y caminantes de la zona.
"El nos ayudará a salvar el mundo de la pandemia", "Orgullo venezolano", "Genial", "Estupendo", "Qué bendición", son algunos de los mensajes que dejan los seguidores de Edo.
La pieza se espera que sea culminada este miércoles luego de unas 72 horas de arduo trabajo.
"Muchísimas gracias a todos los compatriotas que se acercaron a saludar, a traernos bebidas energéticas y darnos su buena vibra", agradeció Sanabria en su cuenta en Instagram.
El artista es reconocido por sus pintorescas piezas que comúnmente se hacen virales por tener un toque venezolano o por enaltecer la religiosidad. Como es este caso que honra al "Médico de los Pobres" un manifestación que se da luego que el Vaticano anunciara el 19 de junio su próxima beatificación.
El Venerable se convertirá en el cuarto beto que posee la iglesia venezolana. Un proceso que inició en 1949 y que aún mantiene la viva de muchos creyentes.
José Gregorio, como le conocen cariñosamente sus devotos, según sus biógrafos, destacó por sus aportaciones al desarrollo de la medicina moderna en Venezuela, la generosidad con la que atendió a pacientes de bajos recursos y su fe religiosa.
Nacido en la pequeña localidad de Isnotú, en el estado Trujillo, en el centro-oeste de Venezuela, en 1864, pronto destacó en los estudios y fue enviado a Caracas, donde se graduó en Medicina con excelentes calificaciones en la Universidad Central (UCV).
El doctor Hernández destacó como docente e investigador, pero lo que le hizo ganar fama entre los sectores populares fue su labor en la consulta, ya que atendía gratuitamente a los enfermos pobres.
Se le atribuye haber introducido el microscopio y haber sentado las bases de la Bacteriología y otros campos científicos hasta entonces apenas desarrollados en Venezuela.
El 29 de junio de 1919 murió atropellado en una céntrica calle de Caracas por uno de los pocos automóviles que circulaban por Venezuela en aquel entonces. Muerto el médico, nació el mito y el culto a su figura llega hasta la actualidad.