Trump se plantea atacar Irán en búsqueda de una “rendición incondicional”

El presidente Donald Trump endureció el tomo con el gobierno de los ayatollahs en este quinto día de ataques entre Israel e Irán. Tras regresar de urgencia de la cumbre del G-7 en Canadá para evaluar las opciones de Estados Unidos, el mandatario afirmó que las fuerzas norteamericanas tienen “el control total y absoluto de los cielos de Irán”, pidió una “rendición incondicional” y aseguró que saben “dónde se esconde” el líder supremo, Ali Khamenei, aunque “por ahora” no lo matarían.
“Ahora tenemos el control total y absoluto de los cielos de Irán. Irán tenía buenos rastreadores aéreos y otros equipos defensivos, y muchos, pero no se comparan con los hechas, concebidos y fabricados en Estados Unidos. Nadie lo hace mejor que el viejo y buen Estados Unidos”, expresó Trump en su red Truth Social, sin dar más especificaciones.
Luego, en la misma red social, escribió “rendición incondicional”, en un mensaje directo a Teherán. Trump reunió esta tarde a sus asesores del Consejo de Seguridad Nacional en la Sala de Crisis de la Casa Blanca para analizar los pasos a seguir en la crisis.
En el encuentro, que duró poco más de una hora, el mandatario consideró un ataque estadounidense contra Irán como una de las opciones, según señalaron fuentes a The Wall Street Journal. También el diario israelí The Jerusalem Post habla de un posible rol activo de Washington en el conflicto. Según funcionarios israelíes citados por ese medio, Trump ordenará un ataque si Teherán rechaza un acuerdo nuclear.
“Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘líder supremo’. Es un blanco fácil, pero está a salvo allí. No vamos a eliminarlo (¡matarlo!), al menos no por ahora. Pero no queremos que se disparen misiles contra civiles ni contra soldados estadounidenses. Nuestra paciencia se está agotando”, escribió Trump sobre Khamenei.
Ayer, Netanyahu, había afirmado que “la Fuerza Aérea de Israel controla el cielo sobre Teherán”, clave para su campaña de bombardeos sobre objetivos del programa nuclear iraní.
Horas antes, durante el vuelo de regreso a Washington tras abandonar un día antes de lo previsto la cumbre del G-7 en Canadá, Trump también declaró a los periodistas que deseaba algo “mejor que un alto el fuego” entre Israel e Irán.
Al ser consultado sobre qué buscaba específicamente, respondió: “Un fin real, no un alto el fuego, un fin real”. También dejó entrever que quería una “rendición total” por parte de Irán a su programa nuclear, que según Occidente tiene como objetivo producir armas atómicas.
Trump había advertido a Irán que no atacara activos estadounidenses. “Seremos tan duros que no se les dará ninguna oportunidad”, dijo en el Air Force One. Irán sabe que “no debe tocar a nuestras tropas”, señaló, y añadió que estaba considerando enviar al vicepresidente JD Vance y al enviado especial para Medio Oriente, Steve Witkoff, a reunirse con las autoridades iraníes, pero que dependía de lo que sucediera a su regreso.
“No estoy muy de humor para negociar” con Irán, aclaró, lo que incrementó las dudas sobre qué medida podría tomar el mandatario en plena escalada de la crisis.
Los comentarios de Trump de este martes, cada vez más duros con el régimen iraní, se produjeron después de que anoche, mediante Truth Social, instara a los cerca de 9,5 millones de habitantes de Teherán a evacuar la capital “de inmediato”. La advertencia generó que miles de personas dejaran la ciudad. Según reportaron periodistas de agencias internacionales, esta noche volvieron a reportarse allí fuertes explosiones.
Trump está ahora ante una decisión crítica en la guerra. Mientras que aún podría seguir apostando por algún tipo de vía diplomática que presione a Irán a renunciar al enriquecimiento de uranio en sus plantas, otra opción es que ceda a los pedidos de Israel para que le provea a su aliado la bomba Massive Ordnance Penetrator, o GBU-57, conocida como el mayor “destructor de búnkeres”, que servirían para destruir las instalaciones nucleares subterráneas iraníes.
Según los expertos, GBU-57 solo puede ser trasladada por un bombardero B-2 norteamericano. Israel no posee ni el arma ni el aparato necesarios para elevar esa bomba y lanzarla sobre los objetivos.