Trump presenta plan de deportaciones masivas y anuncia expansión histórica del ICE

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, continúa delineando una "agenda migratoria estricta".
En una reciente declaración oficial difundida a través de sus redes sociales, Trump presentó el denominado "Proyecto Regreso a Casa", una iniciativa federal orientada a intensificar las deportaciones de inmigrantes en situación irregular.
De acuerdo con RPP noticias, aunque aún no se confirma una fecha específica para el inicio de su aplicación, el plan contempla un operativo a gran escala que, según Trump, se pondría en marcha en un plazo de 60 días.
Uno de los ejes centrales del proyecto es la ampliación significativa del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), con la incorporación de 20 mil nuevos agentes. Esta medida representa una de las mayores expansiones de dicha agencia en su historia.
La propuesta busca ejercer mayor presión sobre los inmigrantes que no han regularizado su situación migratoria en el país, reforzando así la postura del presidente en materia de control fronterizo y seguridad nacional.
¿Cómo afecta a los inmigrantes el proyecto de Trump?
Trump ha intensificado su política migratoria, prometiendo una deportación masiva en 60 días, aunque todavía no se ha establecido a partir de qué fecha comenzará a aplicarse.
El plan ofrece a los inmigrantes indocumentados dos opciones.
Autodeportación voluntaria
Los inmigrantes pueden optar por salir del país por su propia voluntad, en cuyo caso pueden recibir algunos incentivos, como un cheque de 1.000 dólares, al igual que asistencia logística proporcionada por la aplicación CBP.
Sanciones por permanencia
Quienes decidan permanecer en el país sin estatus legal deberán enfrentarse a las sanciones establecidas que incluyen detenciones, multas, confiscación de bienes, incluso embargo de propiedades, entre otros.
Críticas de organizaciones de derechos humanos
Para la administración Trump, es una forma de invitar a salir del país a quienes no se encuentran en una situación legal.
Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y expertos en inmigración han criticado el proyecto, argumentando que, aunque se presenta como voluntario, en realidad ejerce una "presión coercitiva" sobre los inmigrantes.
Para algunos, estas medidas pueden violar los derechos fundamentales al generar miedo e incertidumbre entre los inmigrantes que viven en Estados Unidos.
Por otra parte, el impacto económico de esta reglamentación impactaría de forma significativa en varios sectores cuya mano de obra se basa en la población migrante.