Trump podría poner fin a las solicitudes de asilo y acelerar miles de deportaciones

El Gobierno de Trump está planeando desestimar las solicitudes de asilo de potencialmente cientos de miles de migrantes en Estados Unidos y luego hacerlos elegibles para la deportación como parte de la amplia ofensiva migratoria del presidente, según una reciente publicación de CNN.
Esta sería la más reciente de una serie de medidas del Gobierno para impedir que los migrantes reciban protección en Estados Unidos. Mientras las autoridades federales se ven presionadas para publicar cifras históricas de arrestos migratorios, los funcionarios del gobierno han estado trabajando discretamente en iniciativas para que más personas sean elegibles para la deportación.
Las personas en este caso son quienes ingresaron ilegalmente a Estados Unidos y posteriormente solicitaron asilo, según las fuentes consultadas por la cadena informativa. Se espera que sus casos se cierren, lo que los expone al riesgo de deportación. Esto podría afectar a cientos de miles de solicitantes de asilo.
Durante la última década, la mayoría de quienes solicitaron asilo ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) informaron por sí mismos cómo ingresaron a EE.UU. Alrededor del 25 % afirmó haber ingresado ilegalmente, un porcentaje que equivale a al menos un cuarto de millón de personas, según un informe federal que analiza a los asilados en 2023. El resto ingresó legalmente a través de un puerto de entrada con diversas visas.
Según la ley estadounidense, quienes buscan protección contra la violencia o la persecución en su país de origen pueden solicitar asilo para permanecer en Estados Unidos. Trump, al asumir el cargo, bloqueó el acceso a las solicitudes de asilo en la frontera sur de Estados Unidos.
Según datos federales, actualmente hay alrededor de 1,45 millones de personas con solicitudes de asilo afirmativo pendientes. Quienes no están en proceso de deportación pueden solicitar asilo afirmativo a través del USCIS.
El Uscis, dependiente del Departamento de Seguridad Nacional y responsable de la gestión de los beneficios federales de inmigración, también ha recibido de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, la autoridad para iniciar procedimientos acelerados de deportación, así como para “tomar medidas adicionales para sancionar las infracciones civiles y penales de las leyes de inmigración”, según un memorando obtenido por CNN. Esto marca una ruptura sin precedentes con un protocolo que el USCIS ha mantenido durante décadas.
En una declaración a CNN, el portavoz del organismo, Matthew Tragesser, dijo que la agencia “no tenía nada que anunciar en este momento”.
“La principal prioridad del Uscis sigue siendo la evaluación y verificación de antecedentes de todos los extranjeros que buscan venir, vivir o trabajar en Estados Unidos. El presidente Trump y la secretaria Noem han otorgado al USCIS la capacidad de utilizar todas las herramientas a nuestro alcance para garantizar que se mantenga la integridad del sistema de inmigración, se descubra y aborde con prontitud el fraude, y se expulse del país a los extranjeros indocumentados”, añadió.
Expertos y defensores de los derechos advierten que colocar al USCIS en el centro de la campaña de deportación del presidente probablemente tendrá un efecto paralizante para quienes intentan obtener alivio y permanecer en Estados Unidos.