Trump asume el poder con cambio de guión en Venezuela tras fracaso de gestión aislacionista

El gobierno entrante de Donald Trump en Estados Unidos estaría asomando discretamente su intención de apoyar una transición democrática en Venezuela. Muestra de ello, los intereses del magnate norteamericano, que retorna este lunes a la Casa Blanca y para ello, invitó al opositor Edmundo González Urrutia a su investidura.
Sobre esto, el politólogo Walter Molina asegura que el encuentro de González Urrutia y Trump este 20 de enero no debe desestimarse.
“Edmundo González Urrutia, al asistir a la asunción de Donald Trump, podrá conversar con sus pares: Javier Milei, Georgia Meloni, Nayib Bukele, Victor Orban, Benjamin Netanyahu (…) Además, claro, de volver a hablar con Michael Waltz y con el nuevo secretario de Estado, Marco Rubio, quien es seguramente la persona que más claridad tiene en los EE. UU. sobre el peligro que representa la administración chavista”, expuso Molina en X.
El especialista apunta que “por esto los propagandistas tratan de disminuir la importancia de esta invitación. Dejemos que hablen entre ellos, que son poquitos”.
Por otro lado, se sabe que Venezuela no saldrá de la perspectiva de Trump tan fácilmente debido a puntos focales que dejan mal parado al Gobierno de Maduro frente a EE. UU. Entre ello, los casi ocho millones de migrantes esparcidos por el mundo.
Durante su campaña, Trump responsabilizó a Maduro de enviar a miembros del Tren de Aragua a Norteamérica, con lo que afirmó que este sería uno de los factores que han incrementado la criminalidad en este país.
El portal Axios reseñó en un reportaje que el interés de Trump en Venezuela es parte de una política de seguridad nacional emergente más amplia que no tiene nada que ver con el modelo aislacionista que su lema "Estados Unidos primero" a menudo parece proyectar, especialmente cuando se trata del hemisferio occidental.
"No nos importaría en lo más mínimo ver a Maduro siendo vecino de Assad en Moscú", dijo a Axios un asesor de Trump involucrado en las discusiones de política exterior.
El interés de Trump por apoyar a la oposición en Venezuela se ha visto intensificado por la decisión de último minuto del presidente Biden el martes de flexibilizar las restricciones estadounidenses a Cuba, cuyo gobierno Trump ve como el centro de los problemas de América Latina.
"No es sostenible", dijo el asesor de Trump involucrado en las negociaciones de política exterior sobre la situación en Venezuela. Maduro "está arruinando literalmente el país... hay problemas masivos de refugiados, enviando criminales a Estados Unidos, la producción de petróleo está en baja y hay chinos, rusos y cubanos allí".
Con esto, aún quedaría pendiente leer entre líneas los intereses petroleros y las empresas que a fines de 2024 intentaron que Biden suavizara las relaciones entre EE. UU. y Venezuela para promover un clima más favorable en el ascenso de Trump.
En noviembre, propusieron lo que equivalía a un acuerdo de petróleo por migrantes en el que Estados Unidos aliviaría las sanciones y obtendría más productos petroleros como asfalto de Venezuela. A cambio, Venezuela aceptaría frenar la emigración o tal vez recibir de regreso a millones de migrantes deportados de Estados Unidos.
Pero Trump no ha sonado entusiasmado con llegar a un acuerdo con Maduro.
"No tenemos que comprar energía de Venezuela cuando tenemos 50 veces más que ellos", dijo a los periodistas el mes pasado. Predijo que Venezuela recibiría de regreso a los miembros deportados de la pandilla Tren de Aragua.
El 9 de enero, después de que la líder de la oposición venezolana María Corina Machado fuera arrestada brevemente, Trump recurrió a Truth Social, la mencionó por su nombre y advirtió que "los luchadores por la libertad no deben ser lastimados, ¡y deben permanecer seguros y con vida!". No obstante, será hasta después de este 20 de enero que se evidenciarán los primeros movimientos del republicano en torno a Venezuela y Latinoamérica.