Tren de Aragua reaparece como primera organización criminal en documento oficial de Marco Rubio
El funcionario dejó a la banda venezolana encabezando la lista, junto al Cartel de Sinaloa y al Cartel Jalisco Nueva Generación, considerados durante años como los más poderosos del mundo. La inclusión de un grupo en la lista de organizaciones terroristas extranjeras prohíbe a sus miembros entrar en territorio estadounidense
La Administración de Donald Trump cumplió este miércoles con su promesa y declaró como grupo terrorista al Tren de Aragua, así como a los principales carteles de la droga de México.
La decisión, formalizada hoy en cumplimiento de una orden ejecutiva firmada por Trump en su primer día de mandato, se concretó la tarde de este lunes con el documento oficial expuesto por el secretario de Estado, Marco Rubio, reseñó Swiss Info.
El funcionario dejó a la banda venezolana encabezando la lista, junto al Cartel de Sinaloa y al Cartel Jalisco Nueva Generación, considerados durante años como los más poderosos del mundo, así como al Cartel del Noreste, el Cartel del Golfo, la Nueva Familia Michoacana y los Carteles Unidos.
Además de esos grupos mexicanos, designó también como terroristas a la pandilla centroamericana Mara Salvatrucha (MS-13).
Según la legislación estadounidense, para designar a un grupo como organización terrorista extranjera (FTO, en inglés) esta debe llevar a cabo “actividades terroristas” que supongan una “amenaza a la seguridad de los ciudadanos estadounidenses o la seguridad nacional de Estados Unidos”.
La inclusión de un grupo en la lista de organizaciones terroristas extranjeras prohíbe a sus miembros entrar en territorio estadounidense y ordena la congelación de todos sus fondos.
La ley también prohíbe explícitamente a cualquier persona proporcionar a sabiendas “apoyo material o recursos” a una organización catalogada como terrorista.
El alcance de este punto es todavía incierto, pero algunos expertos apuntan a que podría afectar a los migrantes que llegan a Estados Unidos dado que los carteles mexicanos les cobran para cruzar la frontera estadounidense y podrían ser considerados cómplices de terroristas.