Supremo de Brasil ratifica en su cargo al jefe del Senado
La Corte Suprema de Brasil anuló este miércoles una medida cautelar que suspendía de su cargo al presidente del Senado, Renán Calheiros, por su condición de reo en un juicio por supuesta corrupción, y alivió así al Gobierno del mandatario Michel Temer.
La cautelar había sido dictada el pasado lunes por uno de los miembros del tribunal, luego de que la misma corte abrió un juicio contra Calheiros, acusado de beneficiar a una empresa que, a cambio, pagaba la pensión de una hija que tiene fuera del matrimonio.
La Mesa Directiva del Senado se declaró en rebeldía, se negó a cumplir y hasta a ser notificada de la cautelar, ratificó a Renán Calheiros en su cargo y exigió un pronunciamiento del pleno de la corte, que este miércoles decidió anular la medida por seis votos contra tres.
Sin embargo, en forma unánime, e incluso quienes votaron por mantener en el cargo a Calheiros, los magistrados condenaron esa actitud de la Mesa Directiva, que llegaron a calificar como una "afronta al Poder Judicial" y un "peligroso" precedente.
La cautelar anulada fue justificada por su autor, Marco Aurelio Mello, en el hecho de que el cargo que ocupa Calheiros está en la línea sucesoria de la Presidencia de Brasil y la Constitución prohíbe que un procesado en un juicio penal la ejerza.
No obstante, la opinión de la mayoría de los magistrados fue que Calheiros puede continuar al frente del Senado y que solo sería impedido de asumir la Presidencia en ausencia del mandatario, lo que eventualmente pudiera ocurrir pues su cargo le sigue en la línea sucesoria al jefe de la Cámara de Diputados.
La decisión de la corte supone un alivio para el Gobierno de Michel Temer, que había manifestado su "preocupación" frente a un cambio en la presidencia del Senado en momentos en que las cámaras legislativas deben votar importantes medidas del impopular ajuste fiscal que ha propuesto para atajar la crisis económica del país.
Calheiros es miembro del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera Temer, pero su sucesor en ese cargo habría sido el vicepresidente del Senado, Jorge Viana, del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece la expresidenta Dilma Rousseff, destituida en agosto y que califica a Temer de "golpista".
El temor del Gobierno era que, al frente del Senado, Viana habría podido alterar la pauta de votaciones y postergar para el próximo año las discusiones sobre el plan de ajustes, al que el PT se opone abiertamente.
La principal de esas votaciones está prevista para la próxima semana y se refiere a un proyecto presentado por el Gobierno que propone establecer un límite al aumento del gasto público anual, en función de la tasa inflación del ejercicio inmediatamente anterior.
La propuesta del Gobierno dice que ese límite deberá regir por un lapso de veinte años, aunque pudiera ser revisado en los primeros diez, lo que ha generado fuertes protestas en la oposición y en los movimiento sociales.
Según los adversarios de Temer, en la práctica esa propuesta congelará los presupuestos del Estado, pues impedirá aumentos reales del gasto y llevará a fuertes recortes en áreas sociales sensibles, como la educación, la salud y la atención a los más pobres.
A pesar de toda la polémica generada por la cautelar, Calheiros solo estará en la Presidencia del Senado hasta fin de año, cuando el Parlamento entrará en un receso que se prolongará hasta febrero, tras el cual renovará a las autoridades de ambas cámaras.
Sin embargo, para el oficialismo era clave mantenerlo en su cargo a fin de garantizar la votación de las medidas económicas en pauta.
A esas votaciones hizo alusión este miércoles el magistrado Mello, cuando justificó su decisión de dictar la medida cautelar que ha sido anulada por el pleno del Supremo.
"Pareciera que el Senado es Renán Calheiros", manifestó Mello, quien hizo referencia a que "se dice que sin él, que parece estar siendo tomado como un salvador de la Patria amada, no se aprobarán medidas para combatir el mal mayor: la crisis financiera".