Sospechosos identificados en Marruecos por acoso sexual en España
La investigación realizada a raíz de una denuncia por acoso sexual presentada por trabajadoras marroquíes empleadas en España para recoger fresas condujo a la identificación de siete sospechosos, 4 marroquíes y 3 españoles, anunció el martes el gobierno de Marruecos.
"La Guardia Civil española tomó declaración a unas 800 mujeres y las investigaciones permitieron registrar 12 intentos de acoso", informó un comunicado del ministerio marroquí de Empleo. Y subrayó, para tranquilizar a las familias, que el número de agresiones es "muy limitado".
Una decena de trabajadoras estacionales marroquíes presentaron denuncias en mayo sobre sus condiciones de trabajo. Tres de ellas denunciaron además una situación de acoso sexual y otra un intento de violación, según la abogada española Belén Luján, representante de estas mujeres que trabajan cerca de la ciudad andaluza de Huelva.
Según Luján, muchas marroquíes querían presentar denuncias pero "dicen tener miedo" o regresaron a Marruecos. Un hombre de nacionalidad española ya fue imputado en relación con el abuso sexual denunciado, precisó.
El caso provocó indignación en la prensa marroquí, que se mostró muy crítica hacia los responsables gubernamentales, acusados de inacción.
"Los dos gobiernos están decididos a proseguir las investigaciones realizadas por las autoridades españolas", precisó el comunicado un día después de un encuentro entre el ministro marroquí de Empleo y su homóloga española en Rabat.
El portavoz del gobierno de Marruecos, Mustapha Khalfi, afirmó a finales de mayo que Rabat no toleraría "ninguna forma de explotación".
Miles de extranjeros son empleados en Andalucía para la cosecha de las fresas y otras frutas de febrero a mayo con "contratos de origen" que les obligan a volver a su país al término de la temporada.
Un diputado del partido español de izquierda radical Podemos, Diego Cañamero, él mismo agricultor andaluz, se convirtió en su portavoz y denunció esta forma de "explotación y a veces esclavitud moderna".
Cañamero aseguró que en los contratos firmados en Marruecos "pone 40 euros, pero están pagando 36 euros al día, y el contrato es de seis horas y media diarias con un día de descanso a la semana, pero no se les pagan horas extras y no cumplen los descansos".