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Se enamoraron y se casaron, pero eran empleados del Banco del Vaticano y se armó una disputa legal

El despido de Fabiani y Carlucci ocurrió el 1 de octubre de 2024 y se justificó bajo una nueva regulación implementada el 2 de mayo de 2024. Esta norma exige que, en caso de matrimonio entre empleados, uno de los cónyuges deba renunciar a su puesto, o de lo contrario, ambos serán cesados dentro de un plazo de 30 días. El IOR califica esta medida como una práctica común en el sector financiero para evitar conflictos de interés.

Una disputa legal ha surgido en el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el "Banco Vaticano", luego del despido de dos empleados, Domenico Fabiani y Silvia Carlucci, un mes después de su matrimonio. Según el diario italiano La Repubblica, la normativa interna del IOR prohíbe que dos trabajadores casados continúen laborando en la institución.

El despido de Fabiani y Carlucci ocurrió el 1 de octubre de 2024 y se justificó bajo una nueva regulación implementada el 2 de mayo de 2024. Esta norma exige que, en caso de matrimonio entre empleados, uno de los cónyuges deba renunciar a su puesto, o de lo contrario, ambos serán cesados dentro de un plazo de 30 días. El IOR califica esta medida como una práctica común en el sector financiero para evitar conflictos de interés.

Sin embargo, los afectados argumentan que la aplicación de esta norma fue injusta, dado que habían anunciado su compromiso matrimonial en febrero de 2024, meses antes de que la regulación entrara en vigor. "Cuando informamos al instituto sobre nuestra boda, cumplimos completamente con las normas existentes", declaró Fabiani, tal como lo recoge Zenit.

Después de su despido, la pareja ha decidido acudir a la justicia vaticana interponiendo una demanda contra el Banco Vaticano, exigiendo su reincorporación y una compensación por daños. Su abogada, Laura Sgrò, sostiene que el IOR actuó de manera coercitiva, indicando que la pareja incluso fue sancionada por comentar su situación con familiares y colegas. "Su error, según el IOR, fue simplemente hablar con sus seres queridos sobre una política que afectaba directamente su vida y su estabilidad económica", afirmó Sgrò.

En defensa de la institución, el abogado Roberto Lipari resaltó que la norma no fue diseñada específicamente para Fabiani y Carlucci, sino que se había planificado previamente, implementándose únicamente tras la jubilación del último caso de empleados casados. Lipari también mencionó que se había intentado encontrar una solución alternativa para la pareja y que, a pesar de los "múltiples momentos" de diálogo, no se llegó a un acuerdo. Además, descartó la posibilidad de mediación, afirmando que "El IOR cree que ya no hay espacio para la reconciliación".

Fabiani comentó sobre la contradicción entre el mensaje del Papa, quien aboga por el apoyo a las familias, y su situación actual: "El Santo Padre habla de apoyar a las familias y construir una cultura que las valore. Sin embargo, aquí estamos, una familia con dos adultos de repente desempleados". Por su parte, el IOR se sostiene en que la regulación es una cuestión organizativa y no moral, indicando que "las decisiones personales de sus empleados tienen consecuencias directas en el funcionamiento de la institución".

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