Sánchez no frena las protestas contra sus pactos con los independentistas
Pedro Sánchez busca por todos los medios amarrar la mayor cantidad posible de apoyos para poder concretar su investidura como presidente del Gobierno español, antes del 27 de noviembre. Pero lo hará a cambio de promover una Ley de Amnistía que absolvería de cargos a quienes participaron en un intento fallido por independizar Cataluña de España.
El precio que pagará Sánchez por la investidura es la aceptación, por parte del Psoe, de la ley de amnistía de marras, para introducirla en el Congreso de los Diputados, en aras de su posible y pronta aprobación antes de la fecha tope para la proclamación o no del dirigente socialista al frente del Gobierno de España.
Esos pactos con las agrupaciones catalanas Junts per Catalunya (JxCat) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), promovidos por el Partido Socialista Obrero Español (Psoe), del que el presidente en funciones es secretario general, han avivado en Madrid una serie de protestas alentadas por el Partido Popular (PP) y Vox, que tildaron esa eventual Ley de Amnistía de "humillante" y de "traición" a España, de acuerdo con lo reseñado por Rtve.
Van ocho días desde que los manifestantes se han mostrado contrarios a ese convenio entre los socialistas y los independentistas. La sede del Psoe, en la capital española, ha sido rodeada por airadas personas que han arrojado petardos y botellas contra la fuerza pública, que ha tratado de contener las violentas protestas.
Este sábado, alrededor de 500 ciudadanos, convocados por Foro Baleares y Sociedad Civil, se han manifestado ante la sede del partido socialista en Palma contra la amnistía y al grito de "España no se vende, se defiende".
A pesar de las ruidosas manifestaciones contra aministiar a quienes pretendieron años atrás separar a Cataluña de España, Sánchez ha mantenido la solicitud para que apoyen la controversial ley que de ser aprobada garantaría el perdón a quienes hayan promovido la independencia catalana.
El presidente español necesita los votos de JxCat y ERC y otros aliados más, para lograr los 176 escaños, el mínimo necesario para que sea investido en el Parlamento en un primer intento, añade CNN.
Aún más, Sánchez debe formalizar el apoyo a los cinco escaños del Partido Nacionalista Vasco en el norte de España, que apoyó a su gobierno con votos en el último parlamento.
La presidenta del Congreso, Francisca Armengol, aseveró que el primer intento para que se produzca la investidura debe producirse antes del 27 de noviembre. De lo contrario, serán convocadas nuevas elecciones generales.