Rubio negocia con Bukele regreso de zuliano deportado por error a El Salvador

Una orden judicial federal obliga al gobierno de Estados Unidos a facilitar el regreso de Daniel Lozano Camargo, un joven venezolano deportado por error a El Salvador en marzo de 2025, pese a contar con una solicitud de asilo activa y estar protegido por un acuerdo judicial vigente.
El caso ha captado atención mediática y política por el uso de una ley de emergencia para justificar su expulsión, así como por la intervención directa del secretario de Estado, Marco Rubio, quien encabeza actualmente las gestiones diplomáticas para lograr su repatriación, recoge El Nacional.
En una presentación ante la corte, el pasado lunes 2 de junio, la funcionaria Melissa Harper, del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), reveló que Rubio lidera las conversaciones con el gobierno salvadoreño, en virtud de su “profunda experiencia y familiaridad con las sensibilidades políticas y diplomáticas de ese país”.
Rubio mantiene una relación cercana con el presidente salvadoreño Nayib Bukele y otros altos funcionarios de esa administración, lo que lo convierte en una figura clave para destrabar el proceso, según información difundida por Telemundo.
Deportación sin garantías
El entorno familiar y legal de Lozano Camargo asegura que fue víctima de un proceso administrativo acelerado, sin oportunidad para apelar ni defender su estatus migratorio legal. Su madre ha recurrido a redes sociales para denunciar lo que considera una deportación infundada, basada en prejuicios y sin sustento legal.
A pesar de que la jueza federal Stephanie Gallagher ordenó su retorno a Estados Unidos hace más de un mes, el joven continúa recluido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la prisión de máxima seguridad construida por el gobierno salvadoreño para albergar a presuntos miembros de organizaciones criminales.
Las autoridades estadounidenses han indicado que trabajan “activamente” con sus pares en El Salvador para concretar el traslado.
De Houston al Cecot
Lozano Camargo, oriundo de Maracaibo, estado Zulia, ingresó sin documentos por la frontera sur de Estados Unidos en 2022, cuando tenía 17 años. Tras pasar por un centro de detención para menores no acompañados, fue liberado y se estableció en Houston, Texas, donde fundó un pequeño negocio de lavado de autos mientras su solicitud de asilo seguía en trámite.
El 15 de marzo de 2025 fue deportado junto a otros migrantes, en el marco de un operativo amparado en la Ley de Enemigos Extranjeros, una normativa de emergencia utilizada por la administración de Donald Trump para efectuar deportaciones sin pasar por procesos judiciales tradicionales.
Según documentos judiciales, a Lozano se le atribuyó una condena menor por posesión de drogas, lo que fue interpretado como un presunto nexo con estructuras del crimen organizado. Su familia ha rechazado tajantemente esas acusaciones y niega cualquier vínculo con pandillas como el Tren de Aragua.
Mientras se prolonga su detención en El Salvador, organizaciones defensoras de derechos humanos y activistas migratorios han denunciado el caso como un ejemplo alarmante de abusos sistemáticos bajo políticas migratorias restrictivas.