Polémica en Alemania por la retirada de acreditación a 32 periodistas en G20
La Federación Alemana de Periodistas (DJV) exigió hoy al Gobierno que expliqué los motivos concretos por los que se retiró a 32 periodistas la acreditación para cubrir la cumbre del G20 en Hamburgo, después de que el Ejecutivo señalara que lo hizo por motivos de "seguridad".
El portavoz del Gobierno y responsable de la Oficina Federal de Prensa, Steffen Seibert, se vio obligado a responder durante más de una hora preguntas sobre el caso en la rutinaria rueda de prensa de los miércoles, donde garantizó que en la decisión no influyó ningún país extranjero.
El caso ha generado un encendido debate entre quienes esgrime el derecho a la libertad de información y quienes subrayan la obligación de garantizar la seguridad, enturbiado después de que varios medios insinuaran que los servicios secretos turcos podían haber jugado algún papel en la retirada de las acreditaciones.
Según el diario "Süddeutsche Zeitung", al menos cuatro de los periodistas afectados -nueve ya tenían consigo la acreditación cuando se les fue retirada y el resto no pasó por el centro de prensa a recogerla- habían trabajado en la región kurda del suroeste de Turquía y dos (fotógrafos) habían sido allí arrestados.
"La decisión se tomó en base exclusivamente a informaciones de funcionarios alemanes".
El portavoz explicó que el jueves por la tarde, la víspera de la cumbre, la policía le aconsejó "encarecidamente" que retirara la acreditación ya concedida a 32 informadores, en base a "nuevas informaciones relevantes de seguridad y un nuevo análisis de la situación general".
"Habría sido irresponsable ignorar esa recomendación urgente", añadió en su defensa, mientras el portavoz de Interior, Tobias Plate, indicaba que en alguno de los casos las nuevas informaciones hacían referencia a "delitos no insignificantes".
Con estas palabras, en opinión de la Federación Alemana de Periodistas, se extiende una sospecha generalizada sobre los 32 informadores y se les estigmatiza; "¿Qué había en esas informaciones de tal gravedad como para atacar la libertad de prensa y el ejercicio de la profesión por parte los afectados?", se preguntó en un comunicado.
Los periodistas en el G20 debían sortear varios controles de seguridad para acceder al centro de prensa de la cumbre y el viernes, día en el que comenzó oficialmente la reunión, se añadió un control adicional en las entradas al perímetro de seguridad, donde la policía comprobaba que el informador que pretendía entrar con su acreditación al cuello no estaba en la nueva "lista negra".
Ante las acusaciones de violar la ley de protección de datos por haber repartido listados en papel con los nombres de las personas vetadas a decenas de policías, sin ningún tipo de control, el portavoz de Interior admitió que tal vez no fue la mejor fórmula.
Seibert aseguró que entendía que lo ocurrido suscitara múltiples preguntas entre los medios de comunicación, pero les pidió que creyeran en la palabra del Ejecutivo cuando asegura que actuó para garantizar la seguridad y que en ningún momento se entregaron las listas de acreditados a autoridades extranjeras.
El objetivo del Gobierno siempre es garantizar "el mayor acceso posible de la prensa" y así se hizo durante la cumbre de Hamburgo, con más de 5.000 periodistas acreditados, aseguró.